Qué se considera una salud mental normal y cuándo pedir ayuda
Este lunes 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental
¿Cuándo la tristeza se convierte en depresión? ¿Cuándo el nerviosismo se convierte en ansiedad o en alguna fobia?
SARA PALMER
Estrés, ansiedad, tristeza o depresión son conceptos que escuchamos cada vez más en nuestra sociedad. Con la pandemia, se ha producido un despertar colectivo sobre la importancia de la salud mental y se han incrementado los casos antes mencionados.
La OMS, que impulsó este 10 de octubre el Día Mundial de la Salud Mental, define la salud mental como "un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad".
Un problema de salud mental puede parecer algo fácil de identificar, pero la verdad es que a muchas personas les resulta algo complicado distinguir entre qué es normal y qué no. Si, por ejemplo, sientes mucho estrés en el trabajo ¿significa que tienes un caso de ansiedad o eres una persona que se estresa con facilidad? ¿En qué momento la ansiedad pasa a convertirse en un problema mayor? ¿Y en qué momento es recomendable buscar ayuda?
Saber cuándo pedir ayuda y si realmente la necesitamos es más fácil de lo que parece: si sufres, es el momento de pedirla. El vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, Luis Agüera, que define la salud mental como "el estado psíquico que permite hacer frente a las demandas y a las exigencias de la vida de una manera serena y adecuada", responde a esta y otras dudas en Telemadrid.
¿Qué causa un problema de salud mental?
Al igual que pasa con las enfermedades físicas, no todo el mundo tiene la misma vulnerabilidad a las enfermedades mentales, y esto se debe principalmente a la genética. Las personas tienen una distinta resistencia en cuanto a problemas psiquiátricos, habiendo personas más vulnerables que otras. "Esto mismo ocurre con las personas más o menos vulnerables a sufrir de diabetes o hipertensión", explica Luis.
Existe una gran relación entre esa vulnerabilidad y lo que a uno le pasa. “Una persona puede ser muy vulnerable y con desencadenamientos pequeños desarrollar una patología, y otra puede tener mucha resiliencia y una vulnerabilidad baja, y que le pase algo muy grave y no desarrolle esa patología”, indica el psiquiatra.
Factores de riesgo
Condiciones en las que la persona vive y experiencia de vida
Trauma, especialmente si se ha producido durante la infancia
Genética e historia familiar
Factores biológicos y química cerebral
Consumo de drogas o alcohol
Malos hábitos y estilo de vida
Sufrir alguna enfermedad
TELEMADRID
También afecta cómo se nos ha criado, cuánto amor hemos recibido de niños o si ha existido algún tipo de maltrato, lo cual “está muy relacionado con el desarrollo de trastornos mentales, ya sea maltrato psicológico, físico o sexual”.
Identificación del problema
Luis Aguera distingue tres criterios que nos pueden ayudar a identificar el problema antes de que se convierta en algo más grave.
Uno de ellos es el estadístico, es decir, “si te ocurren cosas que a la inmensa mayoría de las personas no les pasa, eso es algo patológico”.
Pero en medicina se tiene “muy en cuenta” el criterio del sufrimiento. “Si lo que te ocurre te hace sufrir, entonces podría ser el momento de pedir ayuda”. En este caso hay que tener en cuenta que en algunas enfermedades graves, como en los delirios de la esquizofrenia o los pacientes bipolares en fase maníaca, la persona no sufre al no ser consciente de que están enfermas, “pero en el resto de enfermedades el criterio sufrimiento es importante porque diferencia una cosa u otra”.
Un tercer criterio es el temporal. “Cuando un cambio en tu ánimo, en tu humor o en tu funcionamiento se instaura relativamente rápido” o dura un período de tiempo largo es señal de alerta. La tristeza, por ejemplo, es un estado mental pasajero, mientras que en una depresión los síntomas permanecen al menos durante dos semanas.
Cuándo pedir ayuda
¿Cuántas personas se habrán preguntado en algún momento de su vida si sufren algún trastorno mental, como depresión o ansiedad, y no han pedido ayuda? Algunas personas tienden a minimizar como se sienten, y no consideran que se deba acudir a un especialista porque no lo necesitan. Otros piensan que los psiquiatras o psicólogos atienden problemas más graves de los que creen tener. Pero la verdad es que el criterio es sencillo: “sufro, lo paso mal, no estoy bien”.
📌 En la última Encuesta Europea de Salud, casi el 11% de la población de 15 o más años declaró haber consumido tranquilizantes, relajantes o medicamentos para dormir en las últimas 2 semanas.
Otra razón que puede llevar a la confusión es que hay “algunos trastornos que no son sí o no”, es decir, “cuando uno tiene una esquizofrenia la tiene sí o no, o cuando tiene cáncer lo tiene sí o no, pero hay otros trastornos que no son sí o no, sino que depende de la intensidad” ¿Pero qué intensidad es normal y cuál no?
“Cierto grado de ansiedad es normal y además necesario en la vida, pero cuando es excesiva o lo desencadena una causa pequeña o ninguna ya es patológico”, explica Luis Aguera. “Tener un delirio no es normal en ningún caso, pero la tristeza o la ansiedad son emociones humanas normales, que en función de la intensidad o desencadenante se puede considerar normal o patológico”.
La incapacidad de disfrutar de las cosas, estar más triste o desanimado, o sufrir sin saber la razón, son razones suficientes para acudir al médico. “Uno puede esta triste porque le ha ocurrido algo, pero si esta triste sin motivo eso es un síntoma de depresión”, indica Luis.
A veces, especialmente al principio, la persona no piensa que necesita ayuda, pero la familia o entorno más cercano lo puede evaluar viendo si ha habido un cambio en ella o si lo está pasando mal.
“La primera y principal ayuda si uno piensa que alguien está mal, que ha habido un cambio en su comportamiento o funcionalidad, que está distraído, tristón, se aísla, no le apetece hacer cosas, es ayudarle a consultar”, indica el doctor. A veces las personas piensan que no tienen que consultarlo, por lo que su entorno puede ayudarle a que pida ayuda. Después, un especialista decidirá si requiere atención o no.
Baja tolerancia al sufrimiento
“Muchas veces lo que ocurre es que vivimos en una sociedad con poca tolerancia al sufrimiento. Ante ciertas circunstancias está bien que la persona llore y pase un tiempo de duelo”, comenta Luis.
Esta baja tolerancia se debe a “una cuestión educacional”. El paradigma de esta sociedad es que “hay que ser feliz, no podemos sufrir, o que todo el mundo tiene que estar bien, y eso es una mentira. Esa concepción de que al mundo hemos venido a ser felices es una trampa".
Cómo actuar
Existen varias formas de prevenir los problemas de salud mental:
Tener buena vida de relación, con relaciones sólidas y positivas