Las procesiones de esta Semana Santa en Madrid están pendientes de la lluvia y las previsiones no son nada buenas para este Miércoles, Jueves y Viernes Santo.
Para este miércoles empezaremos a notar un cambio drástico del tiempo con la proximidad de un frente frío por el oeste peninsular que dejará cielos cubiertos y gran riesgo de lluvia a partir de las ocho de la tarde, precisamente cuando las procesiones del Cristo de Tres Caídas y el Cristo de los Gitanos están haciendo sus recorridos por el centro de Madrid.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apunta que hay un 90% de probabilidades de que llueva entre las ocho de la tarde y las doce de la noche del miércoles, con posibles tormentas puntuales.
Se esperan lluvias de hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora y 40 litros por metro cuadrado desde la madrugada hasta el jueves a las 21.00 horas. En cuanto a las tormentas, se esperan en la capital desde la madrugada.
Para el Jueves Santo, la situación no mejora. Un embolsamiento de aire frío en las capas altas de la atmósfera va a generar mucha inestabilidad y lluvias dispersas e intermitentes, más frecuentes a primeras y últimas horas del día en Madrid. Así, las procesiones de Jesús El Pobre, El Divino Cautivo y El Gran Poder y la Esperanza Macarena deberán estar muy pendientes del cielo.
Para el Viernes Santo también hay previsión de lluvias importantes, aunque queda por determinar la intensidad de las mismas por horas. Sí se esperan más tormentas que en el jueves, sobre todo en la zona oeste.
Es inevitable que las cofradías estén planteándose diversas opciones para saber cómo actuar en casos de lluvia. Si ésta es muy intensa, las procesiones, incluso, pueden verse obligadas a la cancelación, algo que no se decide hasta última hora. Normalmente se espera hasta el último momento a no ser que las previsiones de lluvia marquen claramente una intensidad de precipitaciones importante, algo que no ocurre en esta Semana Santa de 2019. Sin embargo, el aviso de tormentas sí es un peligro.
Según transcurran las horas previas, las cofradías suelen reunir a su Junta de Gobierno para votar y tomar una decisión. También existe la posibilidad de modificar los recorridos y hacerlos más cortos si la lluvia intensa hace su acto de aparición a mitad del recorrido.
Para la cofradías, la lluvia es la gran enemiga, por delante del viento, porque puede provocar problemas en los pasos y en las tallas de madera, cuya policromía puede verse perjudicada. La lluvia tampoco es buena compañera de viaje para los costaleros, que llevan mucho peso y el suelo mojado puede causar problemas de seguridad.