Hace una semana la cuenta oficial de 'DigiDirect', empresa australiana especializada en fotografía, reveló el ganador de su concurso de temática 'Summer'. La imagen vencedora estaba firmada por Jane Eykes. Es una imagen realmente espectacular, tomada desde un dron. O eso parece..
La fotografía es de una calidad impresionante, una hermosa toma de las olas del mar en el momento de romper en la playa, en la que se mezcla el color esmeralda del agua con los dorados-rojizos de la puesta de sol.
La imagen recoge el momento exacto, el instante perfecto. El encuadre es inmejorable, como todo lo demás. Seguramente el jurado no tuvo que pensarlo mucho para declarar esta foto vencedora de su concurso semanal.
¿Cuál es el problema?
Que, en realidad, esta fotografía no la ha tomado ningún humano con un dron, no se ha utilizado ninguna cámara. Ha sido hecha por una IA y es tan perfecta que ningún miembro del jurado sospechó del engaño.
El ganador ya daba una pista en el nombre que en realidad es un homenaje a Jan Van Eyck, uno de los mejores pintores flamencos (nacido en el siglo XIV) autor del célebre 'Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa' y considerado el fundador del retrato occidental.
La fotografía, en realidad, era responsabilidad del estudio Absolutely AI, que, según ha manifestado, envió la 'fotografía falsa' para demostrar "que estamos en un punto de inflexión con la Inteligencia Artificial".
El premio era un cupón por valor de 100 dólares australianos para imprimir fotografías. Una vez desvelado el ganador, el estudio reveló la autoría y devolvió el premio.
Y ahora lo que queda son muchos interrogantes y mucho que hablar sobre el papel de las IA y la velocidad a que están evolucionando. El debate está abierto.