El envejecimiento de la población y la soledad, son dos aspectos que influyen de forma decisiva en la relación médico-paciente del siglo XXI. Por eso mismo “sentirse médico” es algo que se manifiesta como una vocación de servicio más allá de disponer de un título que reconoce los conocimientos suficientes para ejercer la medicina.
“El 70% de las patologías son psicosomáticas”.
“Las máquinas pueden ayudar al diagnóstico y al tratamiento pero jamás podrán sustituir la relación humana médico-paciente”.
