Las residencias son el otro punto crítico en esta crisis del coronavirus. La Comunidad de Madrid ha actuado en casi 40 y ha intervenido 8 centros privados con plazas concertadas para dirigir y reforzar la plantilla. Uno de ellos es la residencia Vitalia, en Leganés, donde se han registrado 58 ancianos fallecidos. Los familiares están desesperados y piden trasladar a sus mayores.
Desinfección de las residencias
En tres días, efectivos de la UME y los bomberos han desinfectado 97 residencias 52 en municipios de la región y las 45 restantes en la ciudad de Madrid. Desde el pasado viernes, la Comunidad de Madrid ha inspeccionado 38 centros de mayores y también de personas con discapacidad. En las últimas 72 horas se han visitado 31 centros residenciales, 20 de ellos ubicados en municipios de la región.
El consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid, Enrique López, ha afirmado que "se realizarán inspecciones en todas las residencias para zonificarlas y establecer prioridades para actuar".
Material para los centros
Las acciones llevadas a cabo dentro del plan de choque incluyen el reparto en estos centros de un total de 153.000 pares de guantes; 18.500 mascarillas; 1.100 litros de soluciones hidroalcohólicas; 5.100 gafas protectoras; 24.000 cubre zapatos; 4.400 batas; 6.000 gorros y 160 litros de desinfectante. "Todo ello para proteger a los trabajadores de estas residencias", ha constatado López.
Identificar a los positivos
Este es el primer día en el que la Comunidad asume la dirección 8 centros, entre ellos, la residencia de Leganés que ya ha identificado a los ancianos que han dado positivo.
Familiares de los residentes, como Julio de la Cruz, hacen un llamamiento, angustiados, porque "lo importante es que dentro hay vidas que se pueden ir perdiendo en las próximas horas".
Separar a los pacientes
Es lo que se está realizando ahora con equipos en cada residencia inspeccionada que llevan a cabo una valoración en términos sanitarios y proceden a zonificar y separar los pacientes contagiados de los no contagiados.
Se van a establecer zonas claras de separación entre ambos grupos y se ofrecerán pautas de actuación al personal del centro. Después se va a proceder al reagrupamiento de residentes contagiados o con síntomas entre centros, tanto públicos como privados.