Termina una primera semana de rebajas muy extraña, desde luego. Entre máximas medidas de higiene y aforo limitado. Los comerciantes dicen que los clientes se han portado.
Es una de las medidas de la desescalada. Rebajas sin aglomeraciones y con medidas añadidas de prevención y seguridad.
Dos por uno. Objetivo, recuperar el tiempo y los ingresos perdidos.
“Tuvimos bastantes ventas los primeros días” asegura una de las vendedoras.
“De momento bien, mejor de lo que esperábamos” nos confiesa otra.
Tanto tiempo cerrados ha creado una necesidad. “El empujoncito ese que te lanza a comprar” reconoce un comprador.
Pero con medidas de precaución, mascarilla y distancia de seguridad.
Comercio de proximidad
“Que usen mascarilla o no entren” pide una de las vendedoras.
“Que se limpien con geles, se laven las manos y entren con las mascarillas” recalca otro.
Y los consumidores lo tienen claro. Si tienen que elegir “queremos ir a los pequeños comercios para ayudar a los comercios del barrio”. Un granito de arena para impulsar el comercio de proximidad.