Vicente del Bosque, seleccionador español, dirigió una doble sesión de trabajo en el segundo día en Washington, con un entrenamiento vespertino de alta intensidad en el que probó variantes tácticas y de jugadores con la mente puesta en el Mundial de Brasil.
La tarde en el Robert F. Kennedy Memorial Stadium comenzó con una conversación de diez minutos de los capitanes Iker Casillas y Xavi Hernández, sentados en un banco mientras esperaban que saltasen el resto de sus compañeros.
LOS INTERNACIONALES AFINAN LA PUNTERÍA
A pie de campo hubo un acto en el que Eric Moses, consejero de deportes de Washington, entregó a la Real Federación Española de Fútbol un cuadro del Monumento a Washington como agradecimiento a la visita de la selección campeona del mundo y de Europa. Recibió una camiseta de la Roja firmada por todos los jugadores.
Dio paso a un entrenamiento intenso de hora y diez minutos de duración, en el que el seleccionador español incidió primero en el aspecto físico y afinó la puntería de sus jugadores con partidos en reducidas dimensiones, separados en tres equipos.
Terminó juntando a todos y realizando una nueva prueba con variantes para el partido amistoso del sábado ante El Salvador. En un equipo juntó a Azpilicueta, Piqué, Javi Martínez, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Cazorla, Iniesta, Pedro y Diego Costa. De nuevo junta una pareja que dará que hablar en el Mundial, la formada por Pedro y Costa que cada vez se van entendiendo mejor en el terreno de juego.
Y otro equipo formado por Juanfran, Sergio Ramos, Albiol, Mata, Xabi Alonso, Koke, Cesc, Silva, Villa y Fernanfo Torres. Juan Mata tuvo que jugar de lateral izquierdo.
El entrenamiento confirmó el buen estado de Diego Costa, que por tercer día consecutivo trabajó al mismo ritmo que sus compañeros recuperado de su lesión muscular. Acaba las sesiones agotado físicamente, pero no deja muestras de molestias en la zona lesionada.
El día se cerró con una divertida apuesta de penaltis que intentó cortar en varias ocasiones el segundo técnico Toni Grande. Pepe Reina y Sergio Ramos ganaron a David de Gea y Juan Mata, tras una interminable tanda en la que hubo gol a lo Panenka de Ramos y celebraciones de todos los colores antes de acabar con cachondeo ante los perdedores regalándoles las camisetas de entrenamiento.