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Tres derrotas en sus tres últimas visitas. Ningún triunfo en cinco precedentes en doce años en los que el Real Madrid asoció el Etihad Stadium a las malas noticias. Ocho goles encajados en sus dos últimos encuentros en el templo de Pep Guardiola. Donde el Manchester City no pierde en 41 partidos. Es el gran desafió a superar por el rey de la competición.
Es el estadio de los equipos dominadores del fútbol inglés que se le resiste al Real Madrid. Tampoco ganó al Arsenal en el antiguo Highbury, donde firmó un empate. Pero conquistó en dos ocasiones Anfield, cada vez que lo pisó. En otras dos en cinco visitas al 'Teatro de los Sueños' del Manchester United. También dos alegrías recientes en Stamford Bridge. El Etihad es terreno por conquistar.
Solamente San Siro, donde perdió el Real Madrid ante el Milan en sus cinco primeros encuentros en la Copa de Europa y empató en los dos más recientes, empeora sus números de visitante respecto al Etihad Stadium, escenario en el que nunca logró vencer en cinco choques.
Con un mal recuerdo reciente que desea borrar de su memoria. El inapelable 4-0 de las últimas semifinales, en un día en el que el Real Madrid no compitió y Carlo Ancelotti dejó un planteamiento fallido. Con Eduardo Camavinga tocado en una rodilla de lateral izquierdo. Sin Antonio Rüdiger que había secado en el empate a un tanto del Santiago Bernabéu a Erling Haaland. Sin un mediocentro defensivo como Aurélien Tchouaméni.
Un doblete de Bernardo Silva en la primera parte fue un mazazo ante el que no hubo respuesta en esta ocasión de un equipo acostumbrado a protagonizar proezas en Europa. Un tanto en propia puerta de Éder Militao y el broche de Julián Álvarez, daban forma a una de las noches negras del Real Madrid en la Liga de Campeones. La derrota más abultada de 'Carletto' en el banquillo madridista de la que tiene oportunidad de revancha.
El Etihad ha sido el escenario de dos eliminaciones del Real Madrid de la 'Champions', en 2020 y 2023, y va camino de convertirse en estadio maldito si la capacidad al contragolpe de Vinícius, Rodrygo y Jude Bellingham no lo evitan en la sexta visita a la casa del City.
Escenario donde el Real Madrid ha experimentado un extraño sentimiento de inferioridad que no acostumbra. Recorrió su cuerpo a inicios de agosto de 2020, en la Liga de Campeones de la pandemia que trastocó las fechas cuando el coronavirus detuvo el fútbol.
Provocó que más de cinco meses separasen dos partidos en los que el equipo por entonces dirigido por Zinedine Zidane, cayese por el mismo resultado. Tanto en el Santiago Bernabéu como en el Etihad (2-1), sin opción alguna para la remontada por dos errores graves de un titubeante Raphael Varane que enterró la esperanza del empate que había firmado Karim Benzema.
Hasta entonces, pese a que no había ganado en Mánchester, el Real Madrid dominaba los duelos. Nunca había caído derrotado en partido oficial. Vencedor en dos encuentros en el Bernabéu, firmando dos empates en sus primeras citas en el Etihad. En noviembre de 2012 el estreno, cuando acarició un triunfo que impidió de penalti el argentino 'Kun' Agüero tras el tempranero gol de Benzema (1-1).
Sin goles en el reencuentro cuatro años después, en la ida de semifinales en 2016, en un partido serio que dio paso a un duelo repleto de tensión en el Bernabéu. El factor fortuna decantó la vuelta cuando el brasileño Fernando marcaba en su propia portería tras un centro del galés Gareth Bale que acabó en la escuadra de Joe Hart. El último con el chileno Manuel Pelligrini en el banquillo 'citizen'.
La llegada de Pep Guardiola dio un giro al enfrentamiento. Desde que dirige al City, el equipo de Mánchester solamente ha perdido un encuentro de siete, y en la prórroga. Ha vencido cuatro y empatado dos. Tras la peor noche de Varane, en el Etihad derrotó al Real Madrid tras un ejercicio de supervivencia de los de Ancelotti que en once minutos perdían 2-0 por los goles de Kevin de Bruyne y Gabriel Jesus, recortados por Benzema antes del descanso.
Cada golpe del segundo acto del City fue respondido por los madridistas. Vinícius y de nuevo Benzema, de penalti a lo Panenka a ocho minutos del final, firmaban un 4-3 que dejaba abierta la puerta de la esperanza antes de la remontada más alocada del Bernabéu, los dos goles en menos de dos minutos de Rodrygo y el asalto a la decimocuarta.
Los números que juegan en contra del Real Madrid en el Etihad, donde empató dos partidos y perdió en sus tres últimas visitas, dejan once goles encajados por cinco marcados en cinco precedentes -una media de 2,2 por encuentro-, y apenas cinco a favor. En dos citas se quedó sin marcar el campeón de catorce Copas de Europa que afronta su mayor desafío.