El Rayo Vallecano se encuentra en un delicado momento deportivo tras encadenar tres derrotas consecutivas y, situado tres puntos por encima del descenso, afrontar un mes de diciembre muy exigente con partidos ante Valencia, Real Madrid, Villarreal y Betis, y con dos de sus principales estrellas, Raúl de Tomás y James Rodríguez, desaparecidos y sin protagonismo.
El equipo madrileño, que comenzó muy bien la temporada, no está viviendo su mejor momento al quedarse sin el amplio colchón que tenía con el descenso y que le ha metido en la pelea por la zona baja en un tramo de curso en el que tiene que enfrentarse a alguno de los mejores equipos de la categoría.
Su técnico Iñigo Pérez tiene como principal objetivo recomponer el ánimo del equipo y volver a la senda del triunfo cuanto antes. Para ello el duelo de Copa del Rey contra Unionistas de Salamanca puede ser perfecto aunque se trate de un rival de inferior categoría ante el que, a priori, no deberían tener muchos problemas.
El técnico navarro además tiene que gestionar la presión externa que se lleva generando toda la temporada por la situación del delantero Raúl de Tomás, el fichaje más caro en la historia del club, y del mediapunta colombiano James Rodríguez, elegido mejor jugador de la Copa América disputada el pasado julio.
Ninguno de los dos está teniendo un papel relevante en el equipo hasta el punto que Raúl de Tomás está inédito en Liga, no está jugando por decisión técnica, y James solo contabiliza 136 minutos repartidos en seis partidos, de los cuáles solo en uno partió como titular, el del 28 de septiembre frente al Leganés.
El Rayo tiene mucho margen de mejora, sobre todo a nivel ofensivo, ya que en cuatro de los catorce partidos disputados de Liga se ha quedado sin marcar, suma catorce tantos en el campeonato liguero y dos de los tres últimos goles han sido de rivales en propia puerta.
“Dura derrota, pero no podemos dejar que nos condicione para lo que viene. Toca aprender y enfocarnos en la Copa”, declaró Adrián Embarba, al término del último partido frente al Athletic, contra el que de nuevo su equipo se mostró incisivo en ataque pero con poca profundidad en los últimos metros.
La realidad del Rayo es que después de Unionistas, y antes del parón navideño, se debe enfrentar a Valencia, Real Madrid, Villarreal y Betis, cuatro rivales de entidad que por presupuesto, plantilla e historia están llamados a pelear por los principales puestos de la clasificación.
"El año pasado estuvimos lindando con este tipo de puntos y situaciones y hablamos de los estados emocionales. Hay que salir de ahí y escalar posiciones. Tenemos un calendario exigente pero si de algo estoy seguro y creo en ello es que podemos ganar en cualquier campo. La entidad de los rivales es importante, será difícil obtener victorias, pero lo intentaremos", comentó Iñigo Pérez, tras perder con el Athletic.