Las lesiones de Vinícius y el centrocampista francés Eduardo Camavinga durante el parón internacional han dejado aún más 'tocado' a un Real Madrid con muchos jugadores del primer equipo en la enfermería, un contratiempo que obligará al técnico Carlo Ancelotti a buscar soluciones en la pizarra dando minutos a jugadores menos habituales e incluso tirar del filial para completar convocatorias y poder rotar mejor en un equipo que queda algo corto para el final de año.
Un virus FIFA que ha afectado a LaLiga con dureza en esta última ventana -además de las lesiones de larga duración de Courtois y Militao- y que pone en entredicho un calendario cargado con una alta acumulación de partidos, con tres parones internacionales en apenas tres meses. En el caso del club merengue, es el centro del campo el que más sufrirá tras la reciente lesión de Camavinga en un entrenamiento con Francia.
El todocampista galo se rompió el ligamento lateral externo en la rodilla derecha después de un golpe fortuito con el jugador del PSG Ousmane Dembélé durante una sesión en la concentración de la selección francesa. Una lesión que le podría alejar de los terrenos de juego los próximos dos meses, con la Supercopa de España del 10 al 14 de enero de 2024 en riesgo.
Su baja es más que un pequeño disgusto en la plantilla, dada la versatilidad y polivalencia de Camavinga, que se despide de 2023 en un momento en el que la medular madridista está en cuadro y donde tenía muchas papeletas de crecer y mostrar su nivel en su posición, la de mediocentro.
Y es que otro de los titulares ahí, Aurelien Tchouameni, se lesionó en el Clásico de finales de octubre y no volverá hasta enero, aunque parece que Ancelotti sí podrá tener a su disposición al inglés Jude Bellingham, afectado en el hombro y que podría reaparecer este fin de semana, y a Dani Ceballos, que ha vuelto a los entrenamientos tras una lesión muscular en el cuádriceps y que está ante una buena oportunidad de aportar como hizo al principio de 2023.
Mientras Arda Guler sigue inmerso en una puesta a punto que se retrasa más de lo esperado, el técnico italiano deberá confiar en la 'vieja guardia' formada por Toni Kroos, Luka Modric y Fede Valverde, los únicos centrocampistas 'puros' junto a Bellingham que están sanos, pero ninguno de ellos especialista en jugar como pivote.
Y es que ese será el rompecabezas del preparador italiano: cómo organizar esas piezas para que el equipo no pierda equilibrio. Kroos ya ha jugado más de un partido de 5, aunque no es su posición favorita por físico y la disciplina y atención defensivas que impiden un mayor lucimiento en ataque; por lo que parece poco probable que el 8 alemán sea el único ancla.
Así, coge forma la opción del doble pivote junto a Valverde, más dinámico y potente, pero que para este fin de semana llega con el cansancio extra de estar su selección y jugar todo ante Argentina y Bolivia. Las ayudas del charrúa, conocido por su solidaridad y compromiso tanto en ataque como en defensa, serían claves para evitar que el equipo madridista se rompa, en un final de año en el que tiene que visitar a Cádiz, Betis, Union Berlín y Alavés, y recibir a Nápoles, Granada y Villarreal, y que puede suponer una oportunidad para un Modric que no ha terminado de ser tan protagonista como antaño.
Muchos puntos en juego con apenas una docena de jugadores del primer equipo disponible, por lo que aparece la Fábrica blanca para ofrecer soluciones al problema. Así, Ancelotti se apoyaría en los servicios de los jóvenes Mario Martín, talentoso mediocentro que ya debutó en los cuartos de Copa ante el Atlético en la pasada temporada, y Nico Paz, fijo en el Castilla y con muchos papeletas de ganar protagonismo, después de aparecer ya en Liga y Champions este curso.
Además, Ancelotti deberá inventar también en ataque después de la lesión de Vinícius Jr, en el dique seco por segunda vez en apenas tres meses de competición, aunque en esta ocasión más grave.
El brasileño sufrió con su selección una rotura en el bíceps femoral, por lo que podría estar unos dos meses y medio alejado de los terrenos de juego. Adiós al 2023 justo cuando empezaba a recuperar tono físico y la electricidad de los dos últimos cursos.
Su ausencia abre la puerta al traslado de Rodrygo Goes a la extremo izquierdo, mientras Joselu asciende al puesto de 9 titular. El delantero gallego es sinónimo de fiabilidad, participando en 16 de los 17 partidos de los blancos, con 5 goles y 2 asistencias.
Brahim Díaz podría también ganar minutos en el terreno, favorecido por una posible vuelta al 4-3-3 y jugar por la derecha, donde despuntó en el AC Milan en la 22-23. De la cantera podrían aparecer las ayudas de Alvaro Rodríguez, al que ya probó Ancelotti el año pasado e incluso marcó en el derbi liguero ante el Atlético, o Gonzalo García.
Encaje de bolillos el que deberá hacer Ancelotti con tantos lesionados -Kepa, Courtois, Militao, Tchouameni, Camavinga, Vinícius y GÜler- en una plantilla que ya de por sí no destacaba por un extenso fondo de armario y que obligan al de Reggiolo a construir soluciones para que el rendimiento y desempeño de los blancos no disminuya a final de año, con el apoyo de la cantera y confiando en que no haya más percances y que las recuperaciones se acorten y sean plenas.