- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Whatsapp
- Compartir en Messenger
- Compartir en Messenger
El Urbas Fuenlabrada que recibirá este domingo al poderoso Real Madrid se mueve al son del escolta nigeriano Obi Emegano, el tercer máximo anotador de la Liga Endesa (15,8 puntos por partido) que es además graduado en Psicología, una disciplina que espera ejercer cuando deje las canchas.
"Me sentí orgulloso de Simone Biles", asegura Emegano (Lagos, Nigeria, 1993) en una entrevista con Efe, sobre la decisión de la gimnasta estadounidense de retirarse por su salud mental de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, poniendo el foco en esta problemática en la alta competición.
Lo sabe bien, porque él estaba ahí, disputando la cita olímpica con la selección nigeriana de baloncesto. "Pensé, 'bien por ella', porque como deportistas, cuando tienes problemas mentales te presionan, te dicen que no es algo serio, te ponen etiquetas. Estoy orgulloso de que se levantara, por ella, por los deportistas y por todos en general, y le dijera al mundo que si no estás mentalmente bien es un problema. No somos robots, somos seres humanos", añade.
El exterior nigeriano cursó sus estudios en Psicología en la Oral Roberts University de Tulsa (Oklahoma, Estados Unidos). Con su equipo universitario de baloncesto, los 'Golden Eagles', compitió en la NCAA estadounidense hasta que, tras no poder dar el salto a la NBA, decidió probar en Europa. Italia (Casale), Polonia (Kutno) y sobre todo Francia (Rouen, Dijon y Le Mans) fueron sus destinos antes de recalar la temporada pasada en el Fuenlabrada.
En esas experiencias lejos de su familia, Emegano comprobó él mismo la importancia de la salud mental en el deporte. "Es difícil salir a otro país en el que no conoces la lengua, estás sin amigos ni familia, aislado 24 horas al día. Me gustaría que hablar de eso fuera más normal, en el vestuario y para cualquiera", desea.
"Hay mucha gente que nos mira y piensa que no somos humanos, que no tenemos sus mismos problemas, como ansiedad o depresión, pero los tenemos", se sincera el escolta.
Criado en una familia de psicólogos (su padre, sus tíos y su hermana lo son), Emegano tiene como objetivo "desestigmatizar la salud mental" cuando deje las canchas, para lo que estudia un máster en sus ratos libres y prepara un proyecto empresarial.
"Cuando acabas de jugar al baloncesto tienes mucha vida por delante. El baloncesto no es lo que lo que somos, sino algo que hacemos y cuando pasa tienes que vivir tu vida como cualquiera", añade.
DE NIGERIA A EEUU, DEL 'SOCCER' AL BALONCESTO
La historia de Emegano está trufada de transiciones. Su familia se trasladó de Nigeria a Estados Unidos cuando él contaba muy pocos años, y de la preparación de ese viaje surge su nombre, Obinna Clinton, tomado del presidente demócrata Bill Clinton, que en el año de su nacimiento (1993) tomaba posesión en la Casa Blanca. "Estábamos preparándonos para ir a Estados Unidos y la mujer que me cuidaba propuso que me pusieran Clinton", recuerda.
En el deporte, también transitó del fútbol al baloncesto. La herencia familiar de su padre y sus hermanos, que jugaron al fútbol, y el éxito en su infancia de las 'Súper Águilas' nigerianas, campeonas olímpicas en Atlanta 1996 le llevaron a practicarlo en Oklahoma, pero sus 1,95 metros le hicieron cambiar el 'soccer' por el fútbol americano y después al baloncesto, donde encontró su camino.
LÍDER EN ANOTACIÓN
Ahora, en Fuenlabrada es el líder anotador (15,8 puntos y 42,5% de acierto en triples) y la referencia, más con la lesión del alero brasileño Leo Meindl. "Los entrenadores me dan mucha responsabilidad y me permiten jugar mi juego, salgo más seguro que la temporada pasada... Diría que es mi mejor juego de lo que habéis visto aquí, pero al final esto se trata de ganar", subraya.
Solo dos triunfos en nueve jornadas lastran a un Fuenlabrada pese a tener el segundo mejor ataque de la Liga (83,44 puntos por partido) y ser el segundo conjunto que más rebotes captura (37,78).
"Creo que tenemos que poner atención en los detalles. Tenemos un equipo con talento, podemos anotar, defender, tenemos que encontrar la forma de hacerlo todo el partido. No 20 ó 30 minutos, sino 40, cuando competimos los 40 minutos somos un equipo duro de ganar", afirma Emegano.
ANTE EL REAL MADRID
Su próxima prueba son palabras mayores. El Real Madrid, que solo ha cedido un partido en nueve jornadas, ante el Gran Canaria, y que este año tiene un particular sabor francés, con cuatro jugadores de ese país: el alero Fabien Causeur, el base Thomas Heurtel, el pívot Vincent Poirier y el ala-pívot Guerschon Yabusele.
Emegano conoce bien el baloncesto galo después de tres temporadas en Francia. "Juegan un gran baloncesto en Francia. España tiene la mejor liga, pero ellos tienen grandes jugadores, que buscan más nivel, por eso vienen a España... De los jugadores del Real Madrid solo coincidí con Yabusele. Es un jugador con mucho talento, jugó en la NBA", recuerda el escolta del Fuenlabrada.
Para afrontar un duelo contra un rival de tanto nivel como el equipo blanco, Emegano es coherente con su formación psicológica. El Fuenlabrada debe mirar hacia adentro. "El Real Madrid es un gran club, pero se trata de nosotros, de que arreglemos nuestros problemas y nos enfoquemos en corregir lo que no hacemos bien", concluye el escolta nigeriano del Urbas Fuenlabrada.