El partido entre Gimnasia y Boca en Argentina fue aplazado por disturbios con fanáticos que hizo necesaria la intervención de la policía.
La policía bonaerense utilizó balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a una multitud que pretendía ingresar en el Estadio Único. El partido fue suspendido a los 9 minutos y muchos fanáticos ocuparon la cancha, lo que provocó que un hincha sufriera un paro cardíaco y falleciera en el propio evento.
Los primeros actos violentos se produjeron fuera del Estadio Juan Carmelo Zerillo, cuando se cerraron las puertas al estar las gradas llenas, lo que provocó que cientos de aficionados intentaran entrar al campo. Dentro de este bullicio el empujón de un policia a una niña pudo ser el desencadenante de los incidentes.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha repudiado los hechos y reitera su compromiso con la erradicación de las manifestaciones violentas que afectan la seguridad y el normal desarrollo de los partidos.