La sequía de Rafa Nadal, sin levantar un trofeo desde la final de Roland Garros del 2022, disputada un 5 junio, se alargó también en Bastad (Suecia), donde el balear, que apuntaba al título en una estupenda y esperanzadora semana, sucumbió ante el portugués Nuno Borges, que logró el primer éxito de su carrera tras vencer por 6-3 y 6-2.
No pudo alargar las buenas sensaciones que ha encontrado en estos siete días el ganador de veintidós Grand Slam que terminó por acusar el enorme esfuerzo, el eterno desgaste, al que ha estado sometido. Especialmente en el duelo de cuartos de final contra el argentino Mariano Navone y también en las semifinales contra el croata Duje Ajdukovic, resueltos ambos en tres sets.
Sin energía
Acude Nadal a París, a la cita olímpica, su gran objetivo y el motivo real de su paso por Bastad, en este evento 250 que ganó hace diecinueve años, en 2005, con buenas perspectivas que no pudo redondear con el trofeo, arrebatado por un adversario menos errático, más regular, con el que nunca se había enfrentado y que no acusó la estancia, por primera vez, en un partido por el éxito.
La final fue también una montaña rusa. De juego, de vaivenes. Tal y como sucedió en los dos encuentros anteriores en los que acumuló casi siete horas en pista el balear de 38 años. Pero en esta ocasión, no hubo remontada. Nadal no se pudo reenganchar
Nadal asumió su mala actuación y su flojo nivel mostrado en el partido decisivo por el título_ "Sabía que las cosas no iban a ser fáciles. Tengo que aceptar las cosas como vienen y trabajar para mejorar. He jugado muy mal y estoy triste por eso. Veo difícil jugar peor de lo que lo he hecho. He estado sin energía aunque es normal porque llevaba tiempo sin competir durante varios días seguidos. He tenido partidos largos y Nuno Borges mereció ganar".
Nadal lamentó no haber podido plasmar en la cancha el buen nivel mostrado en los entrenamientos recientes. "Tenía buenas sensaciones de los entrenamientos pero no he podido trasladarlo a los partidos. El nivel de juego ha estado lejos del que he tenido en los entrenamientos. Tengo que jugar mucho mejor para ser competitivo".
"He buscado soluciones pero mi nivel ha estado lejos del que debería haber tenido. Es importante que el cuerpo haya aguantado bien durante la semana pero físicamente y también mentalmente me he quedado sin energía. Esa puede ser una razón de mi mal juego en esta final. Tengo que analizar muchas cosas", indicó.