El madrileño Carlos Sainz (Audi), ganador virtual del Rally Dakar con una diferencia de una hora y 27 minutos sobre el segundo clasificado, el francés Sebastián Loeb, dijo que esta era "la etapa del rally", pero que su "experiencia" le "dice" que las carreras "hay que acabarlas" para ser el ganador del Dakar 2024.
Sainz se mostró cauto en declaraciones a periodistas a su llegada al campamento de Yanbu, consciente de que hace más de dos décadas perdió hasta dos campeonatos mundiales de rally el último día de competición, en 1995 al salirse de la pista en la última etapa y en 1998 al averiarse el coche que conducía a medio kilómetro del final.
Así, el madrileño, que acabó la etapa de tercero afianzando su liderato, señaló que bajó el ritmo cuando vio al francés Sébastien Loeb (Prodrive), hasta ese momento segundo en la general y su máximo rival por el título, parado en el kilómetro 132 de la especial.
"En el momento que le he visto sabía que había al menos 10 minutos -de diferencia, puesto que Sainz salió diez minutos después que Loeb- pero no sabía el problema que tenía, aunque sí que había salido diez minutos más tarde y me lo he tomado con calma", resaltó Sainz.
El piloto madrileño expuso que vio que Loeb "estaba ahí", pero no pudo observar el gesto del francés, que le advertía de la ingente cantidad de piedras en la trazada, "porque había tantas piedras que no tienes mucho tiempo para mirar a otro sitio".
"Cuando hay tantas piedras vas pensando que en cualquier momento puede llegar un pinchazo y entonces si llega otro segundo, te complica el tema. Al final, tuvimos un pinchazo a 40 km del final y si iba despacio hasta entonces, pues ahí aún he ido mucho más despacio", subrayó Sainz, a una etapa de ganar su cuarto Dakar.
Así, incidió en que la de este jueves era "una etapa importantísima para acabar sin problemas, fundamental", pues "era la etapa del rally", aunque su experiencia le dice que hay que acabar las carreras y "queda un día".
Sainz dijo que seguirá con la misma rutina, que es la de "seguir concentrado" y concluyó insistiendo en que el coche, por el momento, "está perfecto".