La patinadora madrileña Sara Hurtado ha vivido un auténtico calvario en los últimos meses entre la pandemia del coronavirus y una grave lesión en el hombro.
Milagrosamente, hace unos días se clasificó, junto a su pareja de danza, Kirill Jalyavin, para los Mundiales de Estocolmo.
El objetivo es hacer historia y lograr dos plazas para el patinaje artístico español en los Juegos de Pekín 2022.
"Ha sido un año duro, hemos estado mucho tiempo separados y fuera del hielo. Además, Kirill tuvo covid-19. Ha sido una prueba de fuego", comentó Hurtado durante un entrenamiento en Moscú.