Con la vista puesta en el clásico del fútbol español del próximo sábado, el Real Madrid y el Barcelona se detienen antes en la Liga de Campeones, tercera jornada, para alargar, ambos, un pleno de éxitos que deje más que encarrilada la clasificación para los octavos de final de la competición continental.
El cuadro blanco y el azulgrana son dos de los equipos que transitan por el Viejo Continente con contundencia en sus marcadores. Sin fallo. Igual que el vigente campeón, el Manchester City, y el eterno aspirante, el Bayern Múnich.
Entra en acción el Real Madrid el martes, en Portugal, frente al Braga. El conjunto de Carlo Ancelotti ha ido a más en la Liga de Campeones, arrinconó las dudas de su debut ante el Union Berlín, al que ganó sobre la campana, mejoró sus sensaciones en el estadio Diego Armando Maradona y tumbó al campeón italiano, el Nápoles.
Pretende el equipo blanco solventar el doble duelo con el representante luso y dejar cerrada su presencia en octavos.
Mientras, en el otro lado del grupo, el Union Berlin, debutante en la competición que aún no ha sumado punto alguno, recibe al Nápoles, llamado a pujar por una de las dos plazas que clasifican a las eliminatorias.
Aparentemente más asequible es el adversario del Barcelona, el Shakhtar Dontesk, con el que afronta su doble duelo en las dos próximas jornadas. Xavi Hernández recupera efectivos para la visita del representante ucraniano, condicionado por la situación de su país.
El preparador del Barcelona apunta a los octavos, de los que quedó fuera en las dos últimas temporadas, con perspectiva hacia el clásico ante el Real Madrid para avivar la carrera por el liderato.