Las últimas lluvias apenas consiguen recuperar las marismas de Doñana
La inundación no alcanza ni el 2% de la extensión de este espacio natural
REDACCIÓN
La Estación Biológica de Doñana CSIC, a través de la ICTS- Reserva Biológica de Doñana y del Laboratorio de SIG y Teledetección, ha recopilado los datos de precipitación de las estaciones meteorológicas que se encuentran en el parque y en el entorno, y ha utilizado las últimas imágenes de satélite y vuelos con dron para estimar la superficie inundada.
Aunque los municipios de alrededor de Doñana han experimentado una precipitación algo mayor que la media, la situación es diferente dentro del Parque Nacional.
Las estaciones de Almonte y Chipiona de la Red de Información Agroclimática de Andalucía han registrado durante los meses de septiembre y octubre una precipitación acumulada de 125 y 131 litros por metro cuadrado, valores que se encuentran bastante por encima de la media de los últimos 20 años.
Sin embargo, los datos de la estación del Palacio de Doñana, que se encuentra en el corazón del Parque Nacional dan una precipitación mucho menor, de 72 l/m2, lo que se sitúa por debajo de la media de los últimos 20 años.
Así mismo, las seis estaciones meteorológicas automáticas que tiene la ICTS – Reserva Biológica de Doñana, que proporcionan datos de forma continua cada cinco minutos, dan un promedio de precipitación en septiembre y octubre de 87,7 l/m2, cifras lejanas a las registradas en Almonte y Chipiona.
ESCASA INUNDACIÓN DE LA MARISMA
Las diferencias de precipitación en el entorno de Doñana y las que se han producido dentro del parque han generado situaciones diferentes.
La imagen del satélite Sentinel2 del 7 de noviembre, que muestran con claridad el estado de inundación de la marisma sin nubes, permiten apreciar que las primeras zonas inundadas han sido las marismas de El Rocío y Los Sotos, con una superficie inundada de 188,8 ha.
Estas imágenes permiten estimar también que la superficie inundada total de la marisma de Doñana se encuentra en la actualidad en torno a 537,8 hectáreas, lo que supone un 1,8% de su superficie total.
Es un valor que se encuentra algo por debajo de la media en estas fechas. Además, se han podido detectar algunas zonas inundadas en el Lucio del Rey y el Lucio de Veta Lengua, así como en el límite de la marisma con el río y el Brazo de la Torre, aunque estas son por influencia mareal.
La precipitación caída hasta la fecha está permitiendo la hidratación de las arcillas que forman el sustrato de la marisma y serán necesarias precipitaciones adicionales para que aumente la superficie total inundada.
La situación en las lagunas es diferente. Mientras que la marisma se asienta sobre terrenos arcillosos y se nutre únicamente de las aguas superficiales, el sistema de lagunas de Doñana se encuentra en una zona arenosa y su inundación depende del agua del acuífero y de su nivel freático.
Es cuando el acuífero se recarga con las lluvias y el agua alcanza la superficie, cuando las lagunas comienzan a inundarse.
En estas fechas la laguna de Santa Olalla también está ofreciendo las primeras señales de recuperación. Santa Olalla era la mayor laguna permanente de Doñana. Sin embargo, la sobreexplotación del acuífero y los bajos niveles de precipitación que se llevan registrando desde hace más de diez años, terminaron por secarla por completo durante los dos últimos veranos de forma consecutiva, lo cual no había ocurrido nunca desde que se tienen registros.
A fecha de 7 de noviembre, la laguna presentaba aproximadamente 7 centímetros de profundidad medidos en la escala situada al este. Las imágenes obtenidas con dron, permiten estimar una superficie inundada de 49 hectáreas, lo que supone el 9,6% de su superficie máxima.