El Festival de Otoño de Madrid albergará desde el 13 al 15 de noviembre el estreno de 'Toná', una obra de La Phármaco en el Teatro de La Abadía que recupera el folclore y la memoria colectiva "contra un sistema que destierra y niega la enfermedad, la vejez y la muerte", según han informado los organizadores en un comunicado.
El último espectáculo de Arcas surge, en palabras de la bailarina y coreógrafa, de "los viajes a Málaga para visitar a mi padre, bastante enfermo".
"En su casa, donde me crié, me reencontré con referencias, iconos y símbolos que tenía casi olvidados. Recordé anécdotas y miedos, reconectando con el folclore de mi infancia. Quería bailar un sentimiento que es propio de ese folclore: la muerte como celebración de la vida, la fiesta y la catarsis individual y colectiva", ha apuntado.
Otras dos mujeres malagueñas han acompañado a Luz Arcas en el proceso creativo, la violinista y compositora Luz Prado y la fotógrafa Virginia Rota.
La pieza recoge referencias como la procesión por el mar de la Virgen del Carmen, o la alusión a Trinidad Huertas, La Cuenca, una bailaora del siglo XIX que se hizo famosa con un número en el que representaba a una torera y que le dio el sobrenombre de 'La Valiente'.
'Toná' recoge también "los símbolos, las supersticiones, los prejuicios, el paganismo y los mitos". Arcas ha afirmado que la memoria colectiva y los imaginarios populares son "cruciales porque nos acogen y nos salvan del individualismo invitándonos a elaborar un relato compartido".
Tras obras como 'Bekristen', en la que se mostraba la "violencia radical" del neoliberalismo y 'Una gran emoción política', sobre la figura de María Teresa León, la guerra civil y la memoria, Luz Arcas continúa cincelando en 'Toná' su "particular" lenguaje escénico.