Neill Blomkamp y Matt Damon buscan que el público se entretenga y pase un buen rato con la cinta de ciencia ficción Elysium, pero y además la audiencia pudiera reflexionar sobre la desigualdad y la pobreza mundial... su , eso sería un extra.
Elysium, que este fin de semana se estrena en Estados Unidos y Canadá, aspira a ser algo más que el típico blockbuster ligero de verano que ofrecen los estudios de Hollywood en estas fechas. Y Blomkamp, el director sudafricano, que dio la campanada con su primer filme Distrito 9, no es un director típico.
En su opera prima utilizó el subgénero de las invasiones alienígenas como un vehículo para explicar la xenofobia y la segregación en Sudáfrica, un nuevo concepto que se vio recompensado con cuatro candidaturas a los Oscar en 2010, entre ellas la de mejor película.
Ahora en Elysium nos lleva hasta el año 2154 para mostrar dos mundos diferentes: una insana y superpoblada Tierra, y Elysium, una estación espacial donde vive la elite, lejos de las masas, en lujosas mansiones. El cáncer se cura en segundos en Elysium.
"Quien no tiene esta riqueza la quiere y trata de tenerla, mientras el Primer Mundo probablemente intenta aferrarse a ella y será más duro", dijo Blomkamp, de 33 años, en una entrevista. "¿Qué crees, como miembro del público, que se debería hacer?", dijo.
Damon interpreta a Max, un obrero exconvicto que lucha con los robots burócratas y los policías en su suburbio. Ya ha abandonado sus esperanzas de niño de llegar a Elysium cuando sufre un accidente industrial y necesita tener acceso a la medicina de ese Primer Mundo para sobrevivir.
Si la premisa suena lejana, Damon dice que no mucho. "Si se mira la diferencia entre los mil millones de personas de abajo en el planeta Tierra y los primeros 10 millones, el contraste es tan grande como vivir en una estación espacial y hacerlo en un centro urbano del Tercer Mundo", dijo el actor.
Jodie Foster encarna a Delacourt, la secretaria de Defensa de Elysium encargada de mantener fuera a Max y a otros inmigrantes ilegales. Emplea sus propias fuerzas encubiertas encabezadas por su Kruger (Sharlto Copley, que ya estuvo en 'Distrito 9') cuando los militares no pueden controlar las invasiones desde la Tierra.
Los métodos de Delacourt recuerdan a los espectadores a ciertos neoconservadores de Washington, pero Blomkamp dice que se inspiró en la política francesa Christine Lagarde, la líder del Fondo Monetario Internacional. Foster emula su corte de pelo despuntado, sus trajes y su determinación.
"GRAVE EXPLOSIÓN"
Mientras Max busca su camino hacia Elysium, se suceden batallas sangrientas y la guerra cibernética, primero en la polvorienta periferia de la disfuncional ciudad de Los Ángeles y luego en los elegantes pasillos de Elysium. Blomkamp utiliza los efectos visuales que hicieron destacar a District 9, mostrando a fuerzas de seguridad robóticas desintegrándose bajo un fulminante fuego de alta tecnología.
El director tuvo unos 115 millones de dólares de presupuesto, casi cuatro veces el de Distrito 9, pero dijo que solo tuvo que gastar más porque tenía que construir Elysium. "Dar vida a la estación espacial necesitó de unos enormes recursos", dijo Blomkamp.
El filme llega en un momento clave para Sony Pictures Entertainment, filial de Sony Corp, que busca un éxito veraniego en taquilla tras los batacazos de After Earth y Asalto al poder.
El director y el actor difieren de su visión sobre hacia dónde va la sociedad. Para Blomkamp, el hombre está programado para proteger lo que posee.
"Somos tan listos como para construir tecnología para hacer un planeta globalizado y no tanto como para deshacernos del antiguo software que nos gobierna", dijo Blomkamp. "Todo eso combinado supone una grave explosión que, en mi opinión, se avecina", dijo.
Damon, cuyo papel de Max pasa gran parte del tiempo en peligro, es más optimista que el director. "Él es pesimista sobre el futuro y yo soy optimista sobre el futuro", dijo Damon. "Tendrás el mensaje que quieras de la película", dijo.