El Teatro Galileo acoge la última producción de LaZona. Escrita por una de las figuras emergentes de la dramaturgia española, Lucía Carballal, Una vida americana es un viaje hacia el origen, un drama sobre la inutilidad del dolor, también una comedia sobre la melancolía. Una manera de preguntar quiénes seríamos si aquello no nos hubiese ocurrido, y qué nos estamos perdiendo mientras tratamos de encontrar la respuesta.
La acción se sitúa en un camping, a las afueras de Minneapolis (EEUU), en la actualidad. Allí, junto a una vieja caravana alquilada, se encuentra Linda (Esther Isla), acompañada de su madre Paloma (Cristina Marcos), y su hermana pequeña Robin Rose (Vicky Luengo).
Es la familia Clarkson. Una familia española. Nada, salvo sus nombres, les diferencia de los vecinos de su barrio: Tetuán. Hasta EEUU han viajado para reencontrarse con Warren: el norteamericano del que Paloma se enamoró en el Madrid de los 80, el padre de Linda y Robin Rose. El hombre que les prometió una vida americana, pero que les abandonó cuando Linda era adolescente, regresando a su país de origen sin dejar más rastro que su recuerdo, canciones country, la tradición del Día de Acción de Gracias y un apellido anglosajón. Levi (César Camino), el novio de Linda, ocupará involuntariamente el lugar de Warren en este viaje hacia al pasado de la familia.
Según la autora, el viaje a América de los Clarkson es el viaje a una arcadia, al qué nos pasó, al instante en que dejamos de ser aquellos que queríamos ser. Un viaje hacia la herida desde la fantasía y el humor. Todos nos hemos ausentado de nuestra vida, en algún momento, para ir a nuestra Minnesota particular. Ese lugar lejano, en el que a veces nos perdemos, es más luminoso de lo que imaginamos. Podemos disfrutar del viaje para después regresar.
“Esta obra es un viaje hacia el origen. El origen de un pesar quizá inexplicable. El pesar de una mujer, una familia y un país, España, que tiende a compararse y que a menudo se siente acomplejado y solo”.
Tal y como explica el director Víctor Sánchez, Premio Max Mejor Autoría 2016, “la desdicha de los Clarkson, la familia de mujeres de esta obra, es una desdicha identitaria. Ellas no son como los demás. Las Clarkson son una familia pionera pero abandonada y sobre ese abandono intentaron reconstruir sus vidas”.