El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, explicó este jueves que su previsión de la inflación en España en el corto plazo se mantiene en "moderación gradual", es decir, que se sitúe en el 3% a finales de este año, impulsada por la desaceleración de los precios de la energía.
Así lo dijo en el ‘Debate sobre el retorno de la inflación a largo plazo’, organizado por Fidelity y el Instituto Español de Analistas. El director general de Economía y Estadística del Banco de España detalló que para 2025 contemplan una inflación del 2% y esperan que le acompañe “una reducción de las presiones inflacionistas”. En este punto, explicó que la incertidumbre estará en “la desaceleración de la inflación subyacente”.
“Las presiones inflacionistas empezaron a surgir a lo largo de 2021, cuando se recuperaba la economía. La naturaleza de la inflación ha ido cambiando y tiene un componente de demanda y doméstico. Para los próximos trimestres y años, la inflación tendrá un componente interno, es decir, no de energía, sino que hablamos de la subyacente”, defendió Gavilán.
Por su parte, el economista jefe de CaixaBank, Enric Fernández, recordó que “controlar la inflación no es una cuestión de pocos meses” y recalcó que ahora está “en una senda bajista”. En este sentido, subrayó que la clave es “ganar la lucha de la inflación para devolverla al 2%” y evitar entrar “en un terreno peligroso”.
“Lo que hemos aprendido con este episodio de inflación es que la inflación es un impuesto que perjudica a los más vulnerables. Además, el Banco Central Europeo (BCE) ha insistido en que debe haber coordinación entre la política fiscal y monetaria para que la primera cuestión no dificulte el trabajo de reducir la inflación”, apuntó Gavilán.
En esta línea, Fernández señaló que ahora hay “un exceso de demanda en la capacidad de oferta, apoyado por los estímulos fiscales y monetarios”. Por este motivo, aseguró que los estímulos fiscales, que surgieron por la invasión de Ucrania por Rusia, “deben retirarse y mantener solo las ayudas a los grupos que más han sufrido”.
Por otro lado, el economista jefe de CaixaBank pidió “acelerar” los trámites de capacidad de instalación en las energías renovables para que tengan un impacto “de primer orden” en una transición “de mayor peso a las renovables, sobre todo, en un corto plazo”.
Asimismo, el director general para España y Portugal de Fidelity Internacional, Sebastián Velasco, destacó el papel de la descarbonización, que a largo plazo “se puede traducir en una rebaja de los costes de energía”. No obstante, recordó que primero “habrá que sustituir las energías baratas por las caras, lo que significará un aumento de los costes para las empresas”.
“Si no tenemos esa transición, el problema de oferta puede ser muy grande a menor rendimiento de cultivo, aumento de enfermedades víricas, altas temperaturas, entre otras cuestiones. Hagamos o no la transición que está pendiente, nos enfrentaremos a riesgos inflacionistas muy claros”, indicó Velasco.