La operadora británica de telecomunicaciones Vodafone ha anunciado su intención de recortar 11.000 puestos de trabajo en Europa a lo largo de tres años con el objetivo simplificar la organización de la compañía, que acometerá un plan de reestructuración en Alemania y una revisión estratégica en España.
"Nuestro desempeño no ha sido lo suficientemente bueno", ha reconocido la consejera delegada de Vodafone, Margherita Della Valle, en la presentación de las cuentas anuales de la operadora.
En este sentido, a pesar de que Vodafone registró un beneficio neto atribuido de 11.838 millones de euros al cierre de su año fiscal, frente al resultado de 2.237 millones contabilizado en el anterior ejercicio, la empresa subrayó que sus cuentas reflejan el impacto positivo extraordinarios de la venta de Vantage Towers.
De este modo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado al margen de alquileres se situó en 14.665 millones de euros, un 3,6% por debajo del anotado un año antes.
Asimismo, los ingresos de Vodafone en el ejercicio sumaron 45.706 millones de euros, un 0,3% más, incluyendo una caída del 2,4% en el último trimestre de su año fiscal, hasta 11.138 millones.
De estos ingresos, la facturación por servicios de Vodafone en el ejercicio ascendió a 37.969 millones, un 0,6% menos, con una bajada del 3,2% en el cuarto trimestre de su año fiscal, hasta 9.242 millones.
Por mercados, los ingresos por servicios de Vodafone en Alemania cayeron un 1,6%, hasta 11.433 millones en el ejercicio, mientras que en Italia disminuyeron un 2,9%, hasta 4.251 millones, y un 5,4% en España, hasta 3.514 millones.
De su lado, los ingresos en Reino Unido sumaron 5.358 millones, un 4% más. Asimismo, la operadora indicó que los ingresos de la compañía aumentaron un 0,1% en el resto de Europa, hasta 5.005 millones de euros, mientras que crecieron un 4,6% en el caso de Vodacom, hasta 4.849 millones.
Por su parte, la deuda neta de Vodafone al cierre del ejercicio se había reducido hasta 33.375 millones de euros, frente a los 41.578 millones del año precedente.
"Vodafone debe cambiar", ha asegurado Della Valle, para quien las prioridades son los clientes, la sencillez y el crecimiento. "Simplificaremos nuestra organización, eliminando la complejidad para recuperar nuestra competitividad", ha afirmado.
De este modo, la compañía ha anunciado su intención de acometer en un periodo de tres años una reducción de funciones en Europa que afectará a 11.000 empleos para simplificar tanto la sede central como los mercados locales.
Asimismo, ha adelantado que llevará a cabo un plan de reestructuración en Alemania, mientras que ejecutará una revisión estratégica en España.
"Seremos una organización más ágil y sencilla, para aumentar nuestra agilidad comercial y liberar recursos", ha explicado la empresa, que centrará sus recursos en una cartera de productos y geografías que tenga el tamaño adecuado para el crecimiento y la rentabilidad en el tiempo.