La Autoridad Nacional Palestina (ANP) consideró hoy el incendio premeditado de una nueva mezquita en Cisjordania, presumiblemente por parte de colonos judíos, una "declaración de guerra", según un portavoz oficial. "El saqueo de lugares de culto supone una declaración de guerra por parte de los colonos (judíos) contra el pueblo palestino", manifestó Nabil abu Rudaina, portavoz de la Presidencia de la ANP, a la agencia oficial palestina Wafa. El portavoz exhortó al Gobierno israelí a adoptar medidas para impedir la violencia de los radicales judíos y llamó a la comunidad internacional a intervenir para detener "semejantes agresiones".
El primer ministro palestino, Salam Fayad, también condenó la violencia diaria de extremistas israelíes contra propiedades e individuos palestinos y la impunidad del Gobierno israelí hacia estos actos que se han multiplicado en las últimas semanas.
En un comunicado difundido por su Oficina, el Ejecutivo palestino exhortó a la comunidad internacional a hacer responsable al Ejecutivo israelí del incremento de la violencia de los colonos.
El Gobierno palestino denunció que las fuerzas israelíes hacen un uso desmesurado de la fuerza en manifestaciones palestinas -como la del viernes pasado en Nabi Saleh (Cisjordania), donde murió un palestino por el disparo de una granada de gas lacrimógeno- mientras que no hacen nada para impedir y castigar la creciente violencia por parte de los colonos.
"Esta política anima los crímenes de odio de los colonos contra los palestinos y sus lugares de culto, el más reciente ha sido el asalto a una mezquita de Burka, en Ramala y ayer en Jerusalén", expresó el comunicado.
La mezquita, en la aldea cisjordana de Burka apareció también dañada con pintadas en hebreo, presumiblemente obra de radicales judíos, según denunciaron responsables del municipio. El incendio se produjo apenas horas después de que el Ejército israelí demoliera dos construcciones no autorizadas en un enclave judío ilegal en Cisjordania.
El Ejecutivo de la ANP consideró que este tipo de ataques han continuado ante la pasividad de las autoridades israelíes y destacó que desde 2009 al menos una decena de mezquitas han sido atacadas o quemadas por extremistas judíos.
"Israel no ha condenado a ninguno de los autores de estos actos, ni ha desarrollado investigaciones serias o las pesquisas apropiadas", aseguró la nota.
La ANP estimó que todos estos episodios de violencia demuestran el "desprecio de Israel hacia el respeto a la ley y a la comunidad internacional, cuyos llamamientos a que se respete la legalidad son siempre ignorados", y añadió que "sobre todo muestra el desprecio por las vidas, la religión y las propiedades palestinas".