El número de muertos en el naufragio de una embarcación con refugiados y migrantes ante las costas de la isla griega de Farmakonisi asciende a, por lo menos, 34, quince de ellos bebés y menores, según los últimos datos facilitados por la guardia costera helena.
La tragedia ocurrió en la madrugada cuando una embarcación de madera con más de 120 migrantes volcó cerca de la costa de Framakonisi, una pequeña isla situada a 12 kilómetros de Turquía.
Hasta el momento, los equipos de salvamento han recuperado del mar y de la bodega de la embarcación los cuerpos de 34 personas, entre ellas cuatro bebés y once menores (seis niños y cinco niñas), diez mujeres y nueve hombres.
La guardia costera pudo rescatar con vida a 68 personas, mientras que otras 29 lograron llegar a nado a la playa de Farmakonisi. La operación de rescate con varios helicópteros y barcos sigue en curso desde esta mañana y se teme que pueda haber más víctimas.
Según informaron los guardacostas griegos, tras recibir una alerta de auxilio a primeras horas de la madrugada, se desplegó un operativo que permitió rescatar del mar a 68 personas, mientras que otras 29 lograron llegar a nado a una playa de la isla.
Los cuerpos de los fallecidos han sido trasladados hasta la isla de Rodas, mientras que los supervivientes han sido llevados a la vecina Leros. Una vez registrados en la Autoridad Portuaria, los sobrevivientes se alojarán en un hotel en la isla, por iniciativa de la municipalidad y de ACNUR.
"Es lo menos que podemos hacer por estas personas. Vemos a gente desesperada, llorando a sus muertos", dijo al portal informativo in.gr el alcalde de Leros, Mijalis Kollias, quien señaló que entre los rescatados hay muchos niños y bebés y expresó el temor de que el número de víctimas sea mucho mayor.
Por ahora se desconocen las circunstancias que condujeron a este accidente, pero se supone que la embarcación volcó por la sobrecarga, ya que a bordo iba más de un centenar de personas, y por las malas condiciones climáticas que prevalecen en la zona, con vientos de fuerza 7 en la escala de Beaufort.
El sábado cuatro menores desaparecieron al volcar una embarcación de plástico en las cercanías de Samos. Las fuerzas de rescate lograron recuperar ilesas a 24 personas, pero, según destacó hoy la Guardia costera, no pudo dar con los cuatro menores desaparecidos.
En otro incidente, ocurrido también el sábado al este de la isla de Lesbos, una embarcación de Frontex logró poner a salvo a 32 migrantes, cuyo bote había naufragado, pero no pudo encontrar a un joven de 20 años que desapareció en el naufragio.
ALEMANIA RESTABLECE LOS CONTROLES EN SU FRONTERA SUR
Por su parte, el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, anunció el restablecimiento inmediato y de forma temporal de los controles en sus fronteras, comenzando por la austríaca, ante las oleadas de refugiados que llegan desde el país vecino.
En una rueda de prensa convocada en Berlín, De Maizière explicó que el objetivo de la medida, que consideró "urgente" por motivos de seguridad, es frenar los flujos de solicitantes de asilo y volver a contar con un procedimiento ordenado en la frontera.
De forma paralela, una portavoz de los empresa nacional de ferrocarriles Deutsche Bahn informó de la suspensión del tráfico ferroviario con Austria hasta las 06.00 hora local del lunes (04.00 GMT).
La decisión alemana supone dejar en suspenso los acuerdos europeos de Schengen que garantizan la libre circulación de personas, por lo que la entrada en el país sólo podría hacerse con la documentación reglamentaria.
Es también una "señal a Europa" para que cada país asuma su responsabilidad y acepte redistribuir a los solicitantes de asilo en todo el territorio, dijo De Maizière la víspera de la reunión de los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
Aseguró que su país seguirá respetando las normas que garantizan la protección de los refugiados, pero recordó que, según la legislación europea, Alemania no es responsable de la mayoría de solicitantes de asilo que llegan.
El convenio de Dublín sigue siendo válido y ha de ser respetado por todos los socios comunitarios, subrayó el ministro, antes de recordar que esa normativa establece que los peticionarios de asilo deben ser registrados en el primer país europeo al que llegan, encargado también de tramitar sus solicitudes.
De Maizière elogió la disposición a la acogida de los ciudadanos alemanes y de miles de voluntarios, pero consideró que no se debe abusar de ella.
Asumió que la introducción de los controles "no va a solucionar todas los problemas" y pidió comprensión ante los previsibles atascos que se producirán. "Necesitamos algo de tiempo para establecer orden en las fronteras", dijo a sus conciudadanos.
La medida fue consensuada en el seno de la gran coalición de Gobierno que forman conservadores y socialdemócratas alemanes y fue comunicada a todos los estados federados y también al Ejecutivo austríaco.
Las autoridades del Estado federado de Baviera se declararon ayer desbordadas por la incesante llegada de solicitantes de asilo, mientras se sucedían las críticas a la decisión de la canciller alemana, Angela Merkel, de abrir el pasado fin de semana las fronteras sin contar con un plan global de acogida.
Sólo ayer más de 12.000 refugiados llegaron a la estación central de Múnich, la capital de Baviera. Según las cifras facilitadas hoy por las autoridades regionales, desde finales de agosto han llegado a la ciudad 63.000 refugiados.
INTERRUMPIDO EL TRÁFICO DE TRENES DESDE AUSTRIA HASTA ALEMANIA
La circulación de trenes desde Austria hacia Alemania ha quedado interrumpida hoy desde las 17.00 hora local (15.00 GMT), informa la agencia APA que cita fuentes de la empresa estatal de ferrocarriles austríacos ÖBB.
El corte del tráfico ferroviario se produce cuando Alemania anunció el restablecimiento temporal de los controles en su frontera con Austria, por la que cada día entran cientos o miles de refugiados que huyen de la guerra o la pobreza en países de Oriente Medio y Asia, indican medios austríacos y alemanes.
Según la APA, unos 1.800 refugiados se encontraban de camino a Alemania cuando se anunció la medida, sobre la que las noticias son aún muy confusas y sobre cuya evolución "se deliberará".
Mientras, siguen entrando en Austria desde su frontera con Hungría miles de refugiados que han seguido la llamada ruta de los Balcanes, cruzando Turquía, Grecia, Macedonia y Serbia. Por el paso fronterizo de Nickelsdorf han entrado ya 8.000 personas y se espera que esa cifra alcance las 10.000 antes de que termine el día.
Un portavoz policial dijo que, mientras no lleguen órdenes nuevas, se seguirá con el protocolo seguido hasta ahora: trasladar a los refugiados a Viena y otras ciudades austríacas, desde donde la mayoría de ellos continúa luego viaje hacia su principal destino, Alemania.
"Aguardamos a lo que significa este desarrollo" de la situación, señaló Helmut Marban, portavoz de la Policía de la región de Burgenland, fronteriza con Hungría.
No obstante, Marban aseguró que los refugiados no serán enviados de vuelta a la fuerza. "Las personas no serán devueltas con violencia hacia Hungría. No queremos ver esas imágenes", resaltó.