El exdirector ejecutivo del "News of the World" Neil Wallis fue detenido hoy en Londres en relación con las escuchas telefónicas ilegales del dominical sensacionalista, el noveno arrestado por el escándalo, informó hoy la Policía.
El exdirectivo, de 60 años, fue llevado a una comisaría londinense para ser interrogado bajo la sospecha de conspirar para interceptar comunicaciones, precisó un portavoz de Scotland Yard. Wallis, arrestado en su casa de Londres, trabajó como subdirector del dominical en 2003 junto al exdirector Andy Coulson antes de ser nombrado director ejecutivo del rotativo en el año 2007.
Entre las personas arrestadas por este caso está Coulson, antiguo jefe de prensa del primer ministro británico, David Cameron, detenido el pasado viernes, aunque fue puesto en libertad bajo fianza hasta octubre.
El escándalo ha causado una gran controversia en el Reino Unido, a tal punto que el magnate de la prensa Rupert Murdoch se vio obligado ayer a retirar su oferta por la totalidad de las acciones del canal de pago SkyB, sobre el que tiene el 39 por ciento.
Hoy, el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, dijo que Murdoch debe rendir cuentas y debe presentarse la próxima semana ante el Comité de Cultura de la Cámara de los Comunes que le ha citado, si bien el empresario no ha confirmado su asistencia.
Además de Murdoch están llamados a comparecer su hijo, James Murdoch, y Rebekah Brooks, exdirectora del "News of the World". "Si ellos tienen una pizca del sentido de la responsabilidad por su posición de poder, deberían venir y explicar ante un comité parlamentario", dijo hoy Clegg a la BBC.
En 2006 se reveló que algunos periodistas del "News of the World" recurrían supuestamente a los pinchazos para interceptar comunicaciones de famosos, concretamente los mensajes depositados en buzones de voz de teléfonos móviles.
Entre otros, fueron pinchados los teléfonos de la actriz Sienna Miller; del ex viceprimer ministro John Prescott o el príncipe Guillermo, lo que dio lugar a que se destapase la trama del dominical sensacionalista.
Pero la semana pasada la crisis se extendió al divulgarse que entre los teléfonos pinchados estaba el de una niña asesinada y los de familiares de víctimas de terrorismo y de soldados muertos en combate.