España y Brasil, invitadas a la inauguración de la conferencia de paz para Siria

  • Al menos 20 civiles muertos en bombardeos del régimen en provincia de Alepo
Carrusel Observadores de la ONU en Siria
Carrusel Observadores de la ONU en Siria |Telemadrid

Una treintena de países recibirán invitaciones para participar en la jornada inaugural de la conferencia de paz para Siria, entre ellos España y Brasil, dijo hoy el mediador internacional, Lajdar Brahimi.

La conferencia, conocida como Ginebra 2, se celebrará a partir de 22 de enero en Suiza.

Brahimi también confirmó la participación de ciertos países cuya presencia se consideraba polémica, como Arabia Saudí y Catar, que han financiado e incluso facilitado armas a las fuerzas opositoras que se levantaron contra el régimen de Bachar Al Asad.

20 CIVILES MUERTOS EN BOMBARDEOS

Al menos veinte civiles murieron hoy, entre ellos tres menores, por bombardeos de la aviación militar contra pueblos de la provincia de Alepo, en el norte de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Al menos once civiles fallecieron, uno de ellos un niño, después de que helicópteros del régimen lanzaran barriles con explosivos contra la localidad de Andan, en esa provincia.

Otras seis personas -dos de ellas menores- perdieron la vida en un ataque similar de los efectivos gubernamentales en las poblaciones de Tadaf y Al Bab, al noreste de la ciudad de Alepo, capital homónima de la provincia.

Asimismo, tres civiles perecieron en un bombardeo del Ejército en el pueblo de Qinesrín.

En la última semana Alepo y su periferia han sido el blanco de proyectiles y de ataques aéreos, en su mayoría de los efectivos gubernamentales, según activistas.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirmó hoy que más de un centenar de civiles han muerto en los últimos días de bombardeos del régimen sirio contra Alepo, cuyo control se disputan fuerzas gubernamentales y opositoras.

Según la ONU, el conflicto en Siria se ha cobrado las vidas de más de 100.000 personas desde su inicio en marzo de 2011, cifra que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó recientemente a más de 125.000 fallecidos.