El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, anunció que el Gobierno ha decidido expulsar inmediatamente a los diplomáticos y empleados de la Embajada de Rusia en Madrid, expresando el rechazo a la "barbarie" que están cometiendo contra los civiles en Ucrania.
Lo dijo en la rueda de prensa celebrada este martes tras el Consejo de Ministros, donde se informó de que España toma esta decisión sumándose a los demás países europeos que ya han condenado los crímenes de guerra de Bucha o Mauripol.
Alemania también ha anunciado la expulsión de unos 40 diplomáticos rusos y Francia de 30. Italia y Dinamarca siguen el ejemplo expulsando a 30 y 15 diplomáticos rusos, respectivamente.
Se estima que las deportaciones de España incluyen a unas 25 personas y que deberán abandonar España en los "próximos días" porque suponen “una amenaza para los intereses de seguridad del país” y como muestra de repulsa de los crímenes de guerra que, según España, se están cometiendo en suelo ucraniano.
En medio de estos sucesos, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigirá este martes al Parlamento español y a toda la ciudadanía a través de una intervención por videoconferencia en el Congreso de los Diputados. Ha anunciado que tiene mensajes específicos para España y se entiende que se hablará de la masacre descubierta en Bucha, a las afueras de Kiev, tras el repliegue de las tropas rusas.
Entre los expulsados no está el embajador ruso porque, según el ministro Albares, "queremos dar oportunidad al diálogo y queremos a su embajador aquí y al nuestro allí. No perdemos la esperanza de que la guerra de Putin termine".