Felipe VI abogó hoy por ampliar la cooperación económica hispano-jordana a nuevos sectores, elogió a Jordania como ejemplo a seguir en la acogida de refugiados y animó a trabajar juntos con optimismo para convertir Oriente Medio y el Mediterráneo en "un espacio de prosperidad".
El monarca español, que intervino en la sesión inaugural del Foro Económico Mundial sobre Oriente Medio y África del Norte, subrayó que España ha superado ya "lo peor de una seria crisis económica", gracias a los "esfuerzos compartidos" de población e instituciones, y crece ahora a un ritmo sostenido, creando empleo, lista para reforzar su cooperación con todos sus socios de Oriente Medio.
"Las empresas españolas están aquí para quedarse", deseando ser parte del brillante futuro de este país", afirmó Felipe VI ante el rey Abdalá II, la reina Rania y el príncipe heredero Husseín, y recalcó que, además de su presencia en el sector energético, hay compañías con un "gran interés" en áreas como desalinización, tratamiento de aguas e infraestructuras de transporte.
Tras un llamamiento al medio centenar de países representados en el foro para aprovechar las oportunidades que ofrecen los avances tecnológicos y trabajar juntos en favor del desarrollo económico y social de los jóvenes de la región, advirtió de que para ello habrá que eliminar un gran número de obstáculos, entre ellos "las desigualdades, la ignorancia y el extremismo".
En este contexto, ensalzó la participación en el Foro, como representante de esas nuevas generaciones, del Príncipe Husseín, de quien destacó que ha demostrado su voluntad de seguir "el extraordinario legado de los reyes hachemíes" con sus iniciativas de trabajo con los jóvenes para "construir una paz duradera" y "prevenir el radicalismo".
El Príncipe heredero jordano representa "la esperanza" para la transformación de Oriente Medio y el Mediterráneo en "uno de los polos más dinámicos del mundo", insistió el monarca, y recordó que, en ese mismo instante, había en Barcelona, en Ammán, en El Cairo, en Dubai o en Casablanca un joven pensando en cómo fundar su propia empresa, completar sus estudios de posgrado o mejorar su formación.
"Ellos no pueden esperar a que se resuelvan todos los problemas creados por anteriores generaciones", resaltó Felipe VI en un discurso leído íntegramente en inglés, al igual que el resto de oradores, en el que alertó de que "el paro juvenil y la falta de oportunidades alimentan la frustración y la rabia".
Consideró por tanto "esencial" una cooperación internacional que favorezca la movilidad de estudiantes entre países y reclamó políticas efectivas en este ámbito que no solo aumenten las posibilidades de empleo para los jóvenes, sino que permitan crear "un contrato social más fuerte para todos ellos".
"coaliciones para la paz y un desarrollo inclusivo".