El nuevo Gobierno conservador de Portugal ha incluido en su programa de Gobierno, hecho público hoy, la suspensión del proyecto de tren de alta velocidad con España, aunque contempla volver a evaluarlo con nuevos costes y calendario.
Tal como se había anunciado en la campaña electoral, el programa del primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, entregado hoy en el Parlamento, señala que el proyecto ferroviario no seguirá adelante, aunque ya se han adjudicado la mitad de las obras en Portugal.
Según el texto del documento, que será discutido en los próximos días en la Asamblea Legislativa, el futuro ferrocarril, que cuenta con fondos europeos y en España está muy avanzado, puede ser evaluado de nuevo teniendo en cuenta "nuevas condiciones" y la situación jurídica de los contratos ya firmados.
Blanco opina que renunciar al AVE Madrid-Lisboa sería una "mala decisión"
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, ha considerado hoy que si el Gobierno portugués renuncia a la construcción del tren de alta velocidad entre Lisboa y Madrid sería una "mala decisión" y ha recordado que esa línea es un eje prioritario dentro de la UE y que cuenta con fondos europeos.
Blanco se ha referido así, en el patio del Congreso, a la decisión del nuevo Ejecutivo portugués de suspender el proyecto de tren de alta velocidad con España, aunque contempla su posible revisión con otros costes y calendario.
El ministro ha preferido esperar hasta conocer si se trata de un aplazamiento o de una renuncia definitiva, aunque sí ha dejado claro que, si se confirma la última hipótesis, sería una "mala decisión".
"Si fuera así, estaríamos hablando de un serio problema de comunicación", ha apostillado.
Al tratarse de un eje prioritario, el Gobierno pedirá las explicaciones oportunas al luso para que diga por qué y para cuándo sería la suspensión o la renuncia, ya que esa medida afecta a las decisiones del propio Ejecutivo de España y podría afectar a los recursos que se invierten en la parte española.
En cualquier caso, ha indicado que hoy mismo se están revisando las redes transeuropeas, que se aprobarán de nuevo en septiembre, algo que no ocurría desde el año 2003.