El presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Mohamed Husein Tantatui, anunció hoy que se celebrará un referéndum para que los egipcios puedan decidir si los militares abandonan "inmediatamente" el poder.
"Estamos dispuestos a entregar inmediatamente la responsabilidad si el pueblo así lo desea en un referéndum popular", dijo Tantaui, sin ofrecer más detalles, justo antes del final de su discurso a la nación.
El mariscal Tantaui reafirmó que la Junta Militar tiene la voluntad de celebrar elecciones presidenciales antes de julio de 2012, y de mantener los comicios legislativos en las fechas previstas, es decir, a partir del próximo lunes 28 de noviembre.
"No buscamos la Presidencia, y las Fuerzas Armadas rechazan cualquier intento de dañar su reputación", dijo.
Asimismo, acusó a "algunos", sin concretar, de haber querido llevar a la Junta Militar a la confrontación, pero aseguró que la autoridad castrense ha sido "paciente" y que ha ejercido el autocontrol al máximo.
"Nunca tomamos decisiones políticas unilaterales, siempre consultamos a los poderes políticos. Desde el comienzo iniciamos un proceso político" para entregar el poder a una autoridad civil, insistió.
Las palabras de Tantaui fueron recibidas con gritos de "fuera fuera" en la plaza Tahrir de El Cairo, donde decenas de miles de manifestantes exigen la marcha inmediata de los generales.
Según constató EFE en el lugar, la afluencia a la plaza es masiva y hasta ahora la manifestación se desarrolla de forma pacífica, pese a que continúan los enfrentamientos en la calle Mohamed Mahmud, que conecta el lugar con el Ministerio del Interior.
Los manifestantes, que han acudido a la plaza desde primera hora de la mañana y que siguen llegando por centenares, se muestran unidos en sus reivindicaciones y optimistas por la gran afluencia de gente.
"El pueblo quiere la caída del 'mushir' (mariscal)", en alusión al jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Husein Tantaui, y "1, 2, ¿dónde está el traspaso del poder?", son las consignas más coreadas.
Además del rechazo contra los dirigentes castrenses, también es evidente en la emblemática plaza la antipatía contra los partidos políticos, con pancartas que prohíben expresamente los mítines y las consignas partidistas.
El investigador universitario Jaled Awad, que se protegía con una mascarilla, como la mayoría de los manifestantes, aseguró a Efe que "hoy es un día importante porque, como durante la revolución, no hay partido políticos y se oye tan solo la voz del pueblo".
En Tahrir, los lemas revolucionarios se confunden, sin embargo, con el sonido incesante de las sirenas de las ambulancias y de las motos que transportan a los heridos hacia los hospitales de campaña instalados en la plaza.
Decenas de médicos voluntarios, incluidos miembros de la Media Luna Roja, trabajan en estos centros médicos improvisados, que solo hoy han atendido a centenares de heridos, la mayoría con síntomas de asfixia y algunos con heridas de balines.
El médico Mohamed Kamel explicó a Efe que los gases utilizados por la policía "no son lacrimógenos, son más fuertes", mientras señalaba a uno de los heridos que hacía esfuerzos por recuperar la visión.
Por su parte, una fuente de seguridad, en declaraciones a la agencia oficial Mena, dijo que un total de 138 oficiales y policías han resultado heridos, entre ellos 14 de bala.
Además, informó de que en la última hora han detenido a unas 17 personas de entre 16 y 20 años por atacar a la policía en los alrededores del Ministerio del Interior.
Aunque continúan los enfrentamientos, el trasiego de heridos es continúo y la tensión es palpable, el ambiente en la emblemática plaza Tahrir vuelve a parecerse al de revolución que estalló el 25 de enero y que acabó con la renuncia de Hosni Mubarak, con banderas egipcias y pancartas que claman libertad.
Este ambiente se vive no solo en El Cairo, las protestas se han extendido por Egipto, en ciudades como Ismailia, Port Said y Suez -las tres en el Canal de Suez-, Luxor y localidades de la península del Sinaí, entre otras.