La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) anunció su decisión de rescindir los contratos de varios miembros de su personal que presuntamente participaron en los ataques contra Israel el 7 de octubre y de iniciar una investigación para esclarecer los hechos.
El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, afirmó en un comunicado que tomó "la decisión de rescindir inmediatamente los contratos de estos miembros del personal e iniciar una investigación para establecer la verdad sin demora", así como "para proteger la capacidad de la Agencia de prestar asistencia humanitaria" en la Franja de Gaza.
En la nota, Lazzarini apuntó que esta situación se da después de que "las autoridades israelíes proporcionaran a la UNRWA información sobre la presunta participación de varios empleados de la UNRWA en los horribles ataques contra Israel el 7 de octubre".
"Cualquier empleado de la UNRWA que haya estado involucrado en actos de terrorismo deberá rendir cuentas, incluso mediante un proceso penal", añadió el máximo representante de la Agencia, sin especificar cuántos trabajadores están implicados ni los actos que Israel les atribuye o su supuesta vinculación con el grupo islamista Hamás.
Ante estas acusaciones vertidas por Israel contra miembros de la UNRWA, Lazzarini reiteró, en nombre de su organización, su condena en "los términos más enérgicos posibles de los abominables ataques del 7 de octubre" y pidió la liberación "inmediata e incondicional" de todos los rehenes israelíes y su regreso seguro con sus familias.
"Estas impactantes acusaciones se producen cuando más de dos millones de personas en Gaza dependen de la asistencia vital que la Agencia ha estado brindando desde que comenzó la guerra", apuntó.
Para el comisionado general de la UNRWA, "cualquiera que traicione los valores fundamentales de las Naciones Unidas también traiciona a aquellos a quienes servimos en Gaza, en toda la región y en otras partes del mundo".
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha ordenado una investigación que aclare los hechos tras ser informado por el comisario general de UNRWA, Philippe Lazzarini, información ante la que, aseguran fuentes de la organización, quedó "horrorizado". Tras ello, pidió a Lazzarini una investigación rápida, y que a concluya con el despido "y una potencial persecución criminal" contra cualquier miembro de la agencia que se demuestre participó en aquellos hechos, que se saldaron con la muerte de más de 1.100 personas -la mayoría civiles israelíes- y el secuestro de 240 más.
Israel ha acusado repetidamente a la UNRWA de complicidad con Hamás en Gaza, y ha asegurado que varios de sus miembros son de hecho militantes del grupo islamista, algo que la ONU siempre había negado.
Además, esas acusaciones han servido a Israel para poner en duda la neutralidad de los organismos de la ONU en general y de todas sus agencias, incluido su secretario general.
Con más de 30.000 empleados, la UNRWA es la mayor organización de Gaza fuera del gobierno de la franja.
Por su parte, Estados Unidos anunció la suspensión temporal de la financiación para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) por las acusaciones de que doce miembros de su personal participaron presuntamente en los ataques del brazo armado de Hamás contra Israel del 7 de octubre.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, habló el jueves con el secretario general de la ONU, António Guterres, para pedirle "una investigación rápida y exhaustiva de este asunto". Además, se ha puesto además en contacto con el Gobierno de Israel para "solicitar más información sobre estas acusaciones".
Israel ha acusado repetidamente a la UNRWA de complicidad con Hamás en la Franja de Gaza, y ha asegurado que varios de sus miembros son, de hecho, militantes del grupo islamista, algo que la ONU siempre había negado.