El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, anunciaron hoy que se va a reforzar la lucha contra la inmigración irregular en el Canal de la Mancha para situarla en un nivel que el segundo de ellos calificó de "inédito".
"Hemos acordado una cooperación sin precedentes", destacó Sunak, el más interesado en referirse a los temas de inmigración durante la cumbre francobritánica de París.
Sunak explicó que se van a desplegar 500 policías más que patrullarán en las costas francesas, se abrirá un centro conjunto de detención también en el norte de Francia y se utilizarán drones y material tecnológico para tratar de impedir que los inmigrantes se lancen al mar para llegar de forma clandestina al Reino Unido.
"Con esos medios y la ley que hemos presentado queremos romper el modelo de las organizaciones criminales de traficantes y acabar con el atractivo para los inmigrantes", agregó Sunak, que ha convertido el cierre de las fronteras en un de los pilares de su Gobierno.
Macron aseguró que comparte la ambición de su interlocutor de reducir el poder de las mafias, y citó una serie de logros: en 2022 se impidió que 1.300 pateras atravesaran el Canal de la Mancha, se desmantelaron 55 redes de traficantes y se detuvo a más de 500 personas. Pero el presidente francés puso el acento en que esta no es una cuestión bilateral entre París y Londres, "sino entre el Reino Unido y la Unión Europea" y en que en los próximos meses y en los próximos años "habrá que paliar las consecuencias del Brexit" y "paliar esos errores".
Es más, insistió en que hay que desarrollar una "cooperación reforzada" a nivel europeo, pero también con los países de tránsito, lo que incluye los de los Balcanes, y con los de origen, donde muchas veces se constituyen las redes de traficantes.
Los dos líderes aprobaron incrementar las partidas dedicadas a la lucha contra la inmigración irregular y hacerlo en un marco plurianual que permita una mejor planificación, aunque no dieron cifras.
Preguntado sobre cómo utilizar el dinero que el Reino Unido paga a Francia, después de haber gastado ya unos 300 millones de libras, Sunak dijo que las dos partes hacen esfuerzos para responder a "un desafío común" que en realidad es "un problema de inmigración mundial".
"No hay una solución única a este problema complejo, ni se va a resolver en 24 horas", admitió el primer ministro británico, quien insistió en que el dinero que se paga a Francia "son buenas inversiones para el Reino Unido en la medida en que reduce la presión".
Macron, por su parte, se mostró esquivo sobre la posibilidad de que los inmigrantes rechazados en el Reino Unido puedan ser devueltos a Francia. "Hay que abordarlo desde un perímetro más amplio, toda Europa tiene que estar concernida. El protocolo de Dublín ya no se aplica, hay que buscar acuerdos bilaterales", señaló.
El pasado año llegaron al Reino Unido de forma clandestina más de 45.000 personas en pequeñas embarcaciones, un asunto que se ha convertido en una de las grandes prioridades de su Gobierno, que plantea un endurecimiento de la legislación para expulsarlas.