Getafe ha acogido la III Carrera de Autos Locos, de fabricación artesanal. Los vólidos más divertidos se han lanzado por una pendiente en el lateral del parque de La Alhóndiga con motivo de las fiestas patronales.
La pista de competición, provista de las adecuadas medidas de seguridad, cuenta con la suficiente pendiente para que los vehículos rueden sin propulsión mecánica a lo largo de una longitud aproximada de entre 600 y 800 metros.
Este es el tercer año que se lleva a cabo la carrera y en la pasada edición se puso un tope máximo de 30 vehículos participantes, estableciéndose un estricto orden de llegada de las solicitudes y una lista de espera para cubrir las posibles bajas que se produzcan antes de la realización de la prueba.