El 'Brooklyn' madrileño, de moda pero con algunos problemas
El barrio de Puerta del Ángel (Latina), con aceras estrechas, ruido y un metro poco accesible
REDACCIÓN
Dicen que Puerta de Ángel, en Latina, es un barrio de moda. Algunos lo llaman el "Brooklyn" de Madrid, aunque los vecinos de toda la vida no entienden esa comparación y otros lo llaman "El Bruclin" sin más complicaciones.
Para situarnos, el barrio está pegado a la Casa de Campo, la Cuña Verde de Latina y a Madrid Río. Tal vez sea esa proximidad al Manzanares y la cercanía al centro de la capital lo que ha motivado el apodo de 'El Bruclin'.
El precio de la vivienda
En los últimos años esta parte de la ciudad ha experimentado una llegada de gente joven. Muchas parejas se han sentido atraídas por el ambiente abierto, una traza urbana sin grandes edificaciones y bastantes zonas verdes en los alrededores.
Pero eso ha tenido como efecto la subida de los precios de las viviendas, sobre todo en los alquileres. Más de 1.000 euros al mes por una casa de 60 m2 en un sótano o en pisos más altos sin ascensor, en calles interiores y no precisamente cerca de la red de transporte público. Por supuesto, sin garaje.
Moverse con dificultades
Lo de aparcar el coche es otro de los problemas. Demasiados vehículos en esta zona que sufre el efecto frontera con el centro y sus parquímetros. Las casas más antiguas no tienen estacionamientos, las más modernas no disponen de una gran oferta de plazas libres.
El aparcamiento municipal de residentes se acabó construyendo en la Avenida de Portugal, lejos de la parte más poblada, y está infrautilizado. Se tuvo que reconvertir una parte en aparcamiento público de rotación.
Quienes aparcan el coche en las calles, algunas de ellas estrechas y con aceras mínimas, a veces no tienen en cuenta el paso de carritos de bebé, de la compra o personas con movilidad reducida. Se han colocado bolardos en varias vías, pero donde faltan se improvisa una zona de aparcamiento.
La última iniciativa de la Junta de Distrito en materia de movilidad no ha gustado a algunos habitantes, pues ha supuesto talar una línea de arbolado en la Avenida de los Apóstoles para ampliar la calzada y crear más plazas de aparcamiento.
Un metro poco accesible
Otra de las quejas 'históricas' del vecindario tiene que ver con el metro. La línea 6, Circular, tiene estación en Puerta del Ángel. Pero muchas personas renuncian a usarlo porque no es muy accesible. La otra parada, la de Alto Extremadura, tampoco lo es. Muchas escaleras para acceder sólo al vestíbulo.
En este barrio se juntan, por un lado, muchas parejas jóvenes para las que el binomio escaleras-cochecito del bebé se resuelve con una renuncia o dificultad y peligro en el acceso al suburbano.
Por otro lado, en Puerta del Ángel vive mucha gente mayor. Casi el 30% de sus habitantes (42.362) tiene más de 65 años (11.928). Y las decenas de escaleras también son una barrera en ocasiones para ellos.
Ya antes de la pandemia, incluso antes de la crisis de 2008, muchos comercios de este barrio echaron el cierre. La rotación de negocios de algunos locales es muy alta y también en muchos casos han acabado cerrando. El coronavirus y el crecimiento del comercio online les ha dado la puntilla.
El mercado municipal de Tirso de Molina es un ejemplo de reconversión, aunque haya perdido un poco su carácter de plaza de abastos para dar paso a una fórmula mixta entre tiendas de comestibles, fruterías, pescaderías, gastrobares, degustaciones de cervezas artesanas, presentaciones de libros o actividades culturales.
Un verano de ruido
El Mad Beach ha colmado la paciencia del vecindario en los últimos meses. El complejo de diversión veraniega instalado en el recinto de la Casa de Campo emite más decibelios de los que permiten conciliar el descanso, aseguran los que viven a apenas 150 metros de Mad Beach.
Al ruido se suman los incumplimientos del horario de cierre que han motivado denuncias de los vecinos y el pronunciamiento del Ayuntamiento de Madrid que a finales de julio no descartaba el cierre de Mad Beach.