Comienza el juicio a una banda que captaba y obligaba a postituirse a mujeres nigerianas. La Fiscalía pide 186 años de prisión para los 9 acusados. Utilizaban el vudú para hacer obedecer a las víctimas, que consideran esta práctica algo más que un rito o brujería, para ellas supone el sometimiento total provocado por el miedo.
Les cortaban el vello púbico, el de las axilas y el de la cabeza y lo ofrecían en ceremonias de vudú. Unos ritos de brujería tan importantes para las mujeres nigerianas, que acaban totalmente sometidas. Se veían obligadas a obedecer bajo la amenaza de su muerte o la de sus familiares.
De este modo, tenían que prostituirse para saldar la supuesta deuda de más de 50.000 euros que habían contraído con sus captores por el hecho de haberlas traído a España. En la vivienda donde se produjeron las detenciones, la Policía encontró la documentación de las chicas y la contabilidad de los pagos a los proxenetas.
Todos los acusados han negados los hechos. La Fiscalía pide 46 años para Osaro, y 43 para su pareja Amenze, por captar y explotar a las víctimas. El resto de la pena es para otra mujer y dos hombres también de origen nigeriano. Uno de ellos, se encargaba de trasladar en coche a las víctimas hasta los clubes.
La Fiscalía también pide 8 años de cárcel para 4 hombres españoles, propietarios de los prostíbulos donde fueron localizadas las mujeres. Uno de ellos ha declarado, como ya hiciera en otro juicio similar del pasado, que no sabía que en su local se ejerciera la prostitución.