Miles de personas han seguido hoy en las calles del centro de Madrid el paso de las principales procesiones de este Jueves Santo, como las del Pobre, el Divino Cautivo, el Gran Poder y la Macarena, con las que han comenzado las jornadas centrales de la Semana Santa.
La talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno el Pobre, conocido así porque era venerado por las personas más modestas, ha suscitado aplausos de centenares de personas a su salida del templo, pasadas las 19.20 horas.
Las levantadas del Pobre han estado acompañadas, como es habitual, por interpretaciones del himno de España; y los cofrades han portado un nuevo juego de varas en una procesión que se alargará durante más de cinco horas.
La talla de 1999 de la escultora Lourdes Hernández salió de la iglesia de San Pedro, situada en la calle del Nuncio, para recorrer algunas de los espacios más emblemáticos de la capital, como las plazas de la Villa y Mayor en una comitiva de penitentes y cofrades.
La hermandad de Jesús el Pobre ha estrenado este año para el Cristo una túnica y un escapulario nuevo, así como un rostrillo para la imagen de la Virgen María Santísima del Dulce Nombre, la segunda de las imágenes de esta procesión.
Esta virgen ha abandonado el templo a pocos minutos de las 20.00 horas y al son del himno, tras una salida que obliga a los anderos a arrodillarse completamente para cruzar la puerta por la elevada altura de la imagen.
A las 19.30 horas ha comenzado la procesión del Divino Cautivo, que saldrá de nuevo mañana, del colegio Calasancio, en el distrito de Salamanca.
El Divino Cautivo ha reestrenado un paso a ruedas restaurado, ataviado con los tradicionales claveles rojos, tras salir los dos últimos años a hombros.
La talla de 1944 del valenciano Mariano Benlliure recorrió las calles Juan Bravo, Conde de Peñalver, Goya y Príncipe de Vergara, del barrio de Salamanca, hasta su regreso al templo, con estaciones de penitencia en la parroquia del Rosario y en la Iglesia de las Maravillas.
A las 20.00 horas arrancó de la Colegiata de san Isidro otra de las procesiones que cada año congrega a miles de fieles en Madrid, la de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, imagen de José R. Fernández-Andes (1942), que estrena los ángeles ornamentales que rodean el paso, realizados en un taller de Horche (Guadalajara).
Detrás del Gran Poder, ha abandonado el templo la imagen, rodeada de rosas y entre vítores, de María Santísima de la Esperanza Macarena (Antonio Eslava, 1958), cuya hermandad ha recordado a las víctimas del accidente aéreo en los Alpes franceses, en esta Semana Santa en la que cumple sus primeros 75 años desde su fundación.
Las imágenes de Fernández-Andes y Antonio Eslava han partido de la Real Colegiata de San Isidro, en la calle de Toledo, para recorrer el centro de la capital con paradas de penitencia.