Así lo ha afirmado este jueves el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, tras visitar este entorno protegido para conocer los trabajos de extracción que allí se realizan.
Allí ha apuntado que los alquitranes recogidos se transforman en una cantidad de energía similar al consumo de 116.000 hogares en un año, y que con el nuevo uso de los desechos han dejado de emitirse a la atmósfera 141.693 toneladas de dióxido de carbono.
Novillo ha asegurado que el Ejecutivo regional tiene “un gran compromiso” con la economía circular para obtener nuevos recursos, por ejemplo, mediante la reutilización de los residuos retirados de estas lagunas.
En este sentido, indica el consejero que con lo extraído se ha preparado un combustible alternativo que las fábricas de cemento pueden utilizar como fuente energética, y se han obtenido 404 millones de kilovatios por hora, es decir, el equivalente a la energía térmica y eléctrica consumida por 116.000 hogares españoles durante un año.
Igualmente, al evitar el uso de incineradoras para destruir estos desechos han dejado de emitirse a la atmósfera 141.693 toneladas de dióxido de carbono.
La zona, que fue explotada por una empresa de regeneración de aceites usados, se localiza dentro del Parque Regional del Sureste y de la red ecológica europea de conservación de la biodiversidad, Red Natura 2000, por lo que su restauración suponía “un reto medioambiental”, agrega Novillo.
Y detalla que los vertidos de sulfonatos de petróleo (alquitranes ácidos) se habían acumulado en dos lagunas, la principal de una superficie aproximada de 12.750 metros cuadrados, donde había un volumen de 50.000 metros cúbicos de alquitranes; y una menor de unos 2.000 metros cuadrados sólidos, con unos 10.000 metros cúbicos.
La Comunidad de Madrid va a comenzar en agosto la segunda fase de este proyecto, centrada en la reparación de los suelos contaminados, que se llevará a cabo hasta noviembre de 2026 mediante la excavación selectiva y la recuperación ambiental de los mismos, con un presupuesto de 22,8 millones de euros.
La primera etapa consistió en la extracción y valorización energética de los materiales, que primero fueron succionados mediante bomba y después de forma mecánica en la parte más profunda de las lagunas.
También, fue necesario construir una pantalla de cemento impermeable y otras infraestructuras para el acopio y transporte a la planta de gestión, donde se preparó un combustible en vía sólida para nuevos usos.
Por último, está previsto que, desde diciembre 2026 hasta finales de 2027 se produzca la restauración ecológica de más de seis hectáreas de terreno, lo que “tendrá una importante repercusión en el bienestar de los ciudadanos y en el cuidado del medio natural”.