Las secciones sindicales de Unión de Policía Municipal (UPM) y Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) han desmentido que este viernes se produjesen brotes violentos o de "amenaza" después de que el alcalde, Santiago Llorente, pusiese en conocimiento de la Comisaría de Policía Nacional que 50 agentes de policía local fuera de servicio habían irrumpido en un edificio municipal para interrumpir una reunión. Varios concejales han interpuesto denuncia.
Fuentes municipales han confirmado que los tres miembros del Gobierno local que estaban en la reunión, los concejales de Recursos Humanos, Laura Oliva, y de Seguridad Ciudadana, Oscar Oliveira, y el director de Relaciones Laborales del Ayuntamiento, Gregorio Ramírez, han interpuesto denuncia en Policía Nacional.
Para los sindicatos, en cambio, "no se ha producido ningún acto de violencia, ni amenaza, ni se ha temido por la integridad física de nadie".
Los sindicatos han asegurado que lo que sí se produjo fue una manifestación de trabajadores del Ayuntamiento mostrando su "rotunda oposición a la bajada salarial" que ha aprobado el Gobierno local, concretamente en "uno de los conceptos retributivos que componen la nómina de todos los policías".
Así, los sindicatos han desmentido que, como argumentó el alcalde, la Policía reclamase "aumento salarial" alguno, y han precisado que "no se puede tolerar los continuos ataques de este equipo de Gobierno, que ha dejado mermada la plantilla policial en más de 90 efectivos mientras acumula deuda salarial durante años". Por eso han manifestado que "los servicios jurídicos emprenderán acciones legales contra los responsables de semejante atropello laboral".
CASA DEL RELOJ
El regidor relató el viernes que los hechos tuvieron lugar en el edificio de la Casa del Reloj, el inmueble administrativo del Ayuntamiento, durante el transcurso de la reunión que mantenían una comitiva municipal con los sindicatos de Policía Local.
En esa reunión se debatía el incremento salarial que reclama la plantilla de Policía, un hecho "imposible de asumir ya que no es una competencia del Ayuntamiento", según detalló el regidor.
Según la versión municipal, en un momento dado medio centenar de agentes entró "a la fuerza" en las dependencias de la Casa del Reloj accedió hasta el lugar que ocupa la Delegación de Recursos Humanos ocasionando "numerosos destrozos".
Llorente trasladó que se vivieron "momentos de gran tensión", con presuntas "amenazas e insultos" por parte de los agentes a miembros del Gobierno local, "que han temido por su integridad". El alcalde adelantó que puso en conocimiento de la Policía Nacional los hechos para que "se investigue lo ocurrido".
El regidor calificó el suceso como un "ataque y una agresión a los representantes del Ejecutivo local" y recalcó que "nada justifica la utilización de la violencia".