El conglomerado empresarial chino Wanda, que se encuentra en el proceso de venta del madrileño Edificio España a la firma murciana Baraka, aseguró hoy que ha cumplido sus obligaciones en el acuerdo y ahora es la compañía española la que debe hacerlo, después de que la operación se paralizara el viernes. "Wanda Europa ha cumplido sus obligaciones para finalizar el acuerdo y es necesario más tiempo para que el comprador las cumpla", afirmó la división hotelera de la multinacional china en un comunicado remitido hoy a la Bolsa de Hong Kong.
Baraka afirmó el viernes que no había podido cerrar formalmente la adquisición del Edificio España por 272 millones de euros porque la filial Wanda Madrid Development no ha presentado sus cuentas de 2016. Ello impidió el traslado de escrituras ante notario, un hecho que retrasa una vez más las obras del emblemático inmueble, que iban a empezar este mismo mes.
En el comunicado de hoy, la firma del magnate chino Wang Jianlin (dueño de un 20 por ciento del Atlético de Madrid) afirma que ante la falta de algunos detalles para completar el acuerdo, se ha fijado ampliar la fecha final para la compra hasta el 1 de junio.
Si la operación no se cierra para entonces, advierte la división de Wanda, esta compañía "tendrá derecho a finalizar el acuerdo y retener los depósitos recibidos", que inicialmente fueron de 6 millones de euros pero posteriormente se extendieron a 20 a petición de la firma china.
En el comunicado, Wanda comenta que está pendiente de la venta del edificio para cancelar un préstamo con una entidad financiera de China cuyo nombre no menciona, aunque tampoco aclara si ello afecta a su presentación de cuentas o es responsabilidad de Baraka.
Wanda decidió retirar su inversión en el emblemático Edificio España por desavenencias con las autoridades madrileñas sobre cómo restaurarlo, ya que el grupo chino proponía demolerlo por completo para levantarlo de nuevo con su aspecto anterior, mientras las normativas de la capital exigían la conservación de la fachada.
Baraka, propiedad del empresario Trinitario Casanova, defendía en el comunicado del viernes que los fallos de procedimiento para el acuerdo son "responsabilidad del administrador saliente". El pasado 7 de marzo, Casanova presentó su proyecto para la rehabilitación del emblemático inmueble, que se convertirá en un hotel lo más parecido posible al primigenio cuando finalicen las obras, que, según se dijo entonces, empezarían en un mes y se prolongarían durante dos años.