El Ayuntamiento de Madrid quiere combatir la contaminación a través del impuesto del circulación. Entre otras medidas, lo rebajará un 75% a los coches que contaminen menos. La Junta de Gobierno aprobará mañana las Ordenanzas Fiscales para 2018. Y entre las medidas se contempla rebajar un 75 por ciento el impuesto de circulación a los nuevos coches de bajas emisiones.
El objetivo es premiar o bonificar a los que contaminen menos y la manera de hacerlo es que también paguen menos, en este caso, en el impuesto de circulación. A partir del 1 de enero de 2018, aquellos que renueven su coche y compren uno de bajas emisiones tendrán descuento del 75 por ciento.
La medida se mantedrá durante dos años y afectará a quienes cambien a un automóvil que tenga esta etiqueta: la C. Un distintivo otorgado a los coches de gasolina matriculados a partir de 2006 y los diésel desde 2014. A los conductores les parece bien aunque a muchos les sabe a poco.
El Ayuntamiento dejará de ingresar 708.000 euros con esta desgravación, que se suma a los incentivos que se aplican en las zonas de aparcamiento reguladas por parquímetros, donde ya se bonificn o penaliza en función de lo que contaminan los vehículos.