El nuevo Gobierno andaluz presidido por Susana Díaz ha comenzado hoy su andadura con la toma de posesión de los once consejeros, cinco de ellos nuevos, en un acto celebrado en el sevillano Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía.
Los once consejeros (ocho del PSOE y tres de IU) han prometido sus cargos ante la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Andalucía, en un acto en el que la nueva presidenta de la Junta ha pedido "altura de miras" y "honestidad" para conseguir un "clima de transparencia y ejemplaridad", y ha añadido: "Quiero un gobierno fuerte pero también sensible" con los ciudadanos.
Díaz, que ha pedido a los miembros de su gobierno que estén "siempre cerca de la gente" y "escuchen" a los ciudadanos, ha querido que este acto fuera "breve y sencillo" porque "no hay tiempo que perder y lo que esperan los ciudadanos son, sobre todo, hechos", ha enfatizado.
En su intervención, durante la que trascendió entre el público asistente la petición de imputación de los expresidentes José Antonio Griñán y Chaves y de cinco exconsejeros por el caso de los ERE fraudulentos, la nueva presidenta, ha dicho que éste es, quizás, uno de los "momentos más difíciles de la autonomía andaluza", sobre todo para la "gente sencilla".
"Estamos en un mar de dificultades que estoy convencida que iremos superando", ha resaltado Díaz, para lo que ha pedido el esfuerzo de todos, incluso de quienes "hubiesen preferido un gobierno de otro color político".
En este sentido, ha dicho que espera el "apoyo crítico" incluso de estos porque para Andalucía "toda la ayuda es poca".
Díaz, que ha tenido palabras de agradecimiento para los consejeros salientes, con los que ha dicho que vivido "un año intenso y bueno también para Andalucía", ha insistido hoy en que su voluntad es gobernar "para todos y todas", un mensaje que espera que sirva para los consejeros que le acompañan "en este camino".
Ante la "expectación" que suscitó la formación de su gobierno, Díaz ha destacado que los nuevos consejeros vienen "avalados" por su trabajo y experiencia desde los "distintos rincones" de Andalucía, pero sobre todo tienen "energía y fuerza", ha asegurado.
"Ahora nuestra obligación como gobierno es convertir esa expectativa, e incluso curiosidad, en confianza y realidad", ha indicado Díaz, que ha explicado que ha querido conformar un "auténtico equipo" del que espera "cohesión, altura de miras, honestidad y, sobre todo, trabajo, mucho trabajo" porque el principal objetivo es propiciar la creación de empleo.
Ha insistido también en la necesidad de conseguir un "clima de transparencia y ejemplaridad pública" porque este gobierno "no ha llegado para sumarse al espectáculo de la política estéril de los enfrentamientos, sino que ha llegado para escuchar los reproches y atender las criticas, vengan de donde vengan, y abrir un tiempo nuevo de esperanza", ha remarcado.
Dirigiéndose a sus consejeros, Díaz ha dicho que la política no puede estar al margen de las "demostraciones de afecto y sensibilidad", y les ha pedido que sean "sensibles hasta en sus gestos" porque "¿cómo va a confiar nadie en un gobierno que no muestre comprensión y sensibilidad con los problemas de los ciudadanos?", se ha preguntado.
En la toma de posesión, la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés (IU), ha sido la única de los miembros del gobierno que ha prometido su cargo con la fórmula "por exigencia legal", mientras que la titular de Medio Ambiente, María Jesús Serrano, ha utilizado la fórmula del juramento.
Al acto, que comenzó con casi media hora de retraso, han asistido los exconsejeros, dirigentes de las organizaciones sindicales y empresariales, los miembros de la Mesa del Parlamento de Andalucía y el expresidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla, además de representantes del mundo judicial y social, y numerosos altos cargos de la Junta.