La caída del PSOE en las elecciones autonómicas del País Vasco y Galicia ha reavivado el debate interno sobre la continuidad de la dirección encabezada por Alfredo Pérez Rubalcaba y ha movilizado a quienes reclaman su dimisión o al menos un proceso de reflexión que consideran pendiente tras la derrota en las últimas generales.
En la noche electoral la única voz pública de la dirección del PSOE fue el secretario de Organización, àscar López, que recorcaba, ante los mensajes críticos que ya circulaban, que el secretario general fue elegido para un mandato de cuatro años y su intención es trabajar "hasta el final".
A esa hora la exministra María Antonia Trujillo ya había escrito en su perfil de Twitter que estaba "esperando que Rubalcaba anuncie su dimisión" y poco después añadía: "Ya estamos: a reflexionar y seguir trabajando después de perder, de irse naa". "Las elecciones están para ganarlas. Quien las pierde, puede liderar el PSOE? Por favor."
Más o menos a esa misma hora el diputado y ex alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, pedía abiertamente una "catarsis". "Los partidos de derecha que defienden recortes han ganado (¡). Los socialistas debemos hacer la catarsis de una vez", proclamaba en su cuenta de la red social.
Ni de lejos el castigo al Partido Popular que esperaban por la crisis, ni gobiernos en coalición que unirse al andaluz y al asturiano. El PSOE analiza unos malos resultados que en Galicia les ha dejado con 18 diputados, siete menos que en 2009.
El candidato socialista, Pachi Vázquez, fue el primero en comparecer para asumir la responsabilidad del resultado de este 21O, que rebaja la presencia del PSdeG-PSOE en el Parlamento a 18 parlamentarios, frente a los 25 de los que partía esta fuerza. Se mostró orgulloso del trabajo hecho y confesó que en su grupo existe un objetivo, el de "no desanimarnos nunca", porque lo que toca es "seguir trabajando, seguir creyendo en lo que siempre defendemos y aceptar democráticamente los resultados de este pueblo gallego que decidió escoger este camino para los próximos años".
Sin mencionar los enfrentamientos y divisiones internas de los últimos meses, Pachi Vázquez insistió en que es un "problema colectivo que tenemos que resolver juntos", ha añadido.
En el País vasco han perdido 9 escaños. El lehendakari, Patxi López, ha reconocido que los resultados electorales no han sido los esperados por el PSE-EE, si bien los respeta porque la ciudadanía "ha hablado", y ha asegurado que en los comicios de este domingo "no termina la aventura socialista en Euskadi". López ha reconocido que los datos que ha logrado el PSE-EE no son los "esperados", pero ha señalado que "la ciudadanía ha hablado y nosotros lo respetamos". "Es la ciudadanía la que ha producido esta fuerte recomposición del mapa político vasco", ha añadido el dirigente socialista, que ha apuntado que el PSE no ha logrado "movilizar en la misma medida a sus bases electorales" como lo han hecho los nacionalistas.
Y en eso están. Porque el liderazgo de Rubalcaba se tambalea. Unos esperan su dimisión: La exministra de vivienda así lo ha dicho en las redes sociales. Odón Elorza, también pide una catarsis. Tomás Gómez, que cosechó los peores resultados en la historia del PSM, llama a la reflexión. El secretario general del Partido Socialista de Madrid ha indicado que hoy es "momento de solidaridad", ha añadido a continuación que mañana será el momento de "reflexiones profundas y serias" porque habrá que hacer "cambios profundos y serios" en el partido.
Autocrítica sí, pero nada de giros drámaticos. El jefe de los socialistas españoles en el Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar, cree que tras las derrotas electorales en Galicia y el País Vasco el PSOE tiene que "movilizar" sus "mejores recursos" y sus mejores personas, "refrescar" su imagen y su mensaje y, sobre todo, reafirmar su "compromiso firme" con los valores socialistas, empezando por "una idea clara de España" frente al "secesionismo" que están practicando los nacionalistas.
López Aguilar ha dejado claro que pese a su petición de "autocrítica" él no se suma a los que piden la dimisión del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, porque cree que no es momento de "giros dramáticos", ni de "titulares impactantes o socialismo de Twitter", sino de poner la "luz larga" y de hacer un socialismo "de pensamiento sólido", de que los socialistas sean capaces de reafirmarse en sus valores y en su compromiso contra la desigualdad.
López Aguilar cree que el PSOE está pasando "una situación muy grave", seguramente "la peor" en 35 años, y ha llamado a los socialistas a reconocerlo ante los españoles y a hacer autocrítica. Es más, cree que los españoles, aunque estén preocupados sobre todo por la crisis, no reprocharían al PSOE que dedique "un tiempo" a mejorar su "capacidad de ser útiles".
De momento, la renuncia de Rubalcaba, no se espera. El PSOE está dispuesto a hacer todos los cambios que sean necesarios para superar su actual situación tras el fracaso de ayer en las elecciones gallegas y vascas y considera que el mensaje que le han enviado los ciudadanos en esos comicios es que debe ir "más deprisa y más a fondo" para recuperar su confianza.
Esa es la conclusión a la que ha llegado la cúpula del PSOE en la reunión que ha mantenido para analizar los resultados de los comicios de ayer, ha explicado en rueda de prensa posterior la vicesecretaria general socialista, Elena Valenciano, quien ha asegurado que en el encuentro no se ha planteado en ningún momento la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Valenciano ha señalado que los socialistas afrontan este periodo "con preocupación y sin ansiedad" y ha avanzado que el próximo lunes habrá una reunión de la Ejecutiva y antes de fin de año se convocará un Consejo territorial y un Comité Federal.
Para la "número dos" del PSOE, no existe un plan mejor para volver a merecer la confianza de los ciudadanos que estar junto a aquellos que sufren la crisis y responder a las convicciones de los socialistas.