Y el que fuera mejor restaurante del mundo, El Bulli, ha cerrado definitivamente sus puertas.
Anoche, tras una última cena exclusiva para medio centenar de personas el restaurante de Ferrán Adriá culminaba su aventura culinaria con una tarta enorme.
El Bulli se convertirá, a partir de 2014, en un templo ceativo-gastronómico.
Adrià ha afirmado, durante una rueda de prensa de más de una hora, que El Bulli está por encima de él mismo y ha mostrado su convencimiento de que el espíritu que se ha transmitido todos estos años continuará en cada uno de los cocineros.