Los incendios forestales de este verano de 2022 han consumido más de 70.000 hectáreas de superficie entre forestal, terreno de cultivo y pastos. Y aún queda mucho verano por delante. En todo 2021 se quemaron 87.879 hectáreas.
En la serie histórica del Ministerio de Medio Ambiente (ahora Transición Ecológica) destacan tres años, 1978, 1989 y 1994. En 1978 ardieron en España, en total, 439.526 hectáreas en tan solo 8.471 incendios.
El siguiente peor año para el medio natural fue 1994, con 437.635 hectáreas pero con más de 19.000 siniestros declarados. Y en 1989 las cifras fueron muy similares, con 20.811 incendios registrados y 426.693 hectáreas quemadas.
Nunca, hasta ahora, se han vuelto a contabilizar tantas hectáreas ardidas en un año. Sí ha habido años de más de 200.000 y por supuesto de 100.000. En 2016 se calcinaron más de 216.000 hectáreas, un año que rompió una tendencia descendente en este tipos de siniestros.
El mínimo histórico se sitúa en 2018. Hace cuatro años 'sólo' ardieron en España 29.900 hectáreas entre masa arbolada y herbácea.
Además de las pérdidas de superficie vegetal y propiedades, más grave aún, es la pérdida de vidas humanas como la de los 11 integrantes del retén forestal que perdieron la vida tratando de sofocar en 2005 el incendio de Riba de Saelices, provocado por una barbacoa.