El día que ardió la mejor colección de arte del mundo
El incendio del Alcázar de Madrid en 1734 destruyó algo más que el palacio de los Austrias
Algunas de las obras salvadas se pueden hoy contemplar en el Museo del Prado
P.O.
El lugar que hoy ocupa en Palacio Real antes fue emplazamiento de otra residencia regia, el Alcázar de Madrid. Lugar estratégico en una de las colinas de la Villa. De eso se dieron cuenta los pobladores musulmanes al colocar allí una de sus atalayas fortificadas.
Pero quedémonos en la época del Alcázar porque su incendio provocó la pérdida de algunas de las obras de arte más importantes de la historia, una enorme colección de pinturas y otras piezas acumuladas por los reyes a lo largo de los años.
El fuego iniciado en unos aposentos en la Nochebuena de 1734 no sorprendió a Felipe V. Estaba en el Palacio de El Pardo.
¿Fue un incendio provocado?. Tal vez no, pero lo cierto es que a este Borbón no le gustaba nada el austero caserón de los Austrias y prefería algo más al estilo francés de Versalles. No se había apagado la última llama y ya estaba planeando lo que sería el Palacio Real de Madrid.
Sea cual fuera el origen del siniestro, en los cuatro días que estuvo ardiendo el Alcázar se perdieron buena parte de los 2.000 cuadros y otras obras que atesoraba.
Cuenta Ángel Sánchez Crespo en su '101 curiosidades de la historia de Madrid' que las joyas y piedras preciosas de los reyes se recogieron en cubos. El calor las había fundido.
Pero lo más lamentable es la desaparición de 'La expulsión de los moriscos' de Velázquez o 'El rapto de las Sabinas' de Rubens. Obras de Tiziano, Ribera, El Bosco, El Greco, Leonardo Da Vinci o Van Dyck ardieron para siempre.
Afortunadamente el cuadro de 'Las Meninas' se pudo salvar aunque al sacarlo por una ventana sufrió daños.