El viernes pasado terminaron de golpe todas las especulaciones que rodeaban a la princesa de Gales, Catalina Middleton, cuando ella misma comunicó en un vídeo que padecía cáncer y explicaba que, el poder tener tiempo para contárselo a sus hijos había sido el principal motivo por el que no habían compartido el diagnóstico.
Desde este anuncio, infinidad de muestras de cariño han llegado hasta la familia real británica y no solo de su país, sino de todos los rincones del planeta, un gesto que desde el palacio han agradecido en un nuevo comunicado en el que recalcan la comprensión a su petición de privacidad en estos duros momentos.
Y es que el diagnóstico de una enfermedad como el cáncer es un duro golpe en una familia que se ve envuelta en todo un proceso de asimilación.
“Cuando hay por medio niños y adolescentes, nosotros siempre lo que transmitimos es que tenemos que darnos el espacio para poder compartir la información de forma veraz y de forma simple, con un lenguaje adaptado adaptado a los menores”, nos ha explicado María Mata, psicooncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer.
En los adultos tampoco es nada fácil asimilar que la persona con la que compartes tu vida tiene cáncer: “cada uno necesita su espacio y su tiempo para saber cómo acompañar”, ha detallado la experta.