El paso por el Portillón Superior del Glaciar del Aneto se ha convertido en uno de los puntos más peligrosos de la montaña por culpa de las altas temperaturas. Un montañero se fue ladera abajo cuando intentaba ascender al perder pie debido a la debilidad estructural del hielo, cayó varios metros sin control hasta que, finalmente, pudo detenerse.
Más allá del tremendo susto y algunas magulladuras y lesiones no muy serias, Javier Martín Vide, catedrático de Geografía de la Universidad de Barcelona, asegura que este deshielo muestra la tendencia del aumento de las temperaturas. "Es un indicador muy robusto de que nuestro país se ha ido calentando, no varía mucho por un año bueno o malo por temperatura, los únicos glaciares que quedan en España están ahí, en el Pirineo de Huesca".
El mayor temor de las autoridades de Huesca es que este es el segundo año consecutivo en el que se registran estos problemas. Ya en el verano de 2022 empezaron a detectar el proceso de deshielo unas semanas antes de lo habitual, lo que hace temer que este sea el inicio de un cambio permanente.
Solo en 2022 el hielo perdió tres metros de grosor de media, como un piso de techos altos. Es la cifra más alta jamás registrada y coincidió con un año de temperaturas récord en toda España. Desde 1981 el grosor del hielo ha perdido 30 metros, el equivalente a un bloque de diez pisos. La extensión total se ha reducido a menos de la mitad, un 64%. En 1850, cuando comenzaron a ascender las temperaturas del planeta de forma continuada, había 52 glaciares en esta cordillera. En 2020 quedaban 21 y se ha perdido casi el 90% de toda su superficie.