Hay algo que la Sagrada Familia y Cadalso de los Vidrios tienen en común: el granito. El que se extrae de sus canteras forma parte de la construcción de la obra maestra de Gaudí y uno de los que los sigue trabajando personalmente es Antonio.
Una investigación del Instituto de Geociencias, centro mixto del CSIC y la Universidad Complutense, declara que este granito ha tenido la mejor respuesta a los envejecimientos artificiales acelerados de choque térmico, humedad-sequedad y hielo-deshielo frente a otros estudiados en Madrid.
El granito de Cadalso de los Vidrios, que destaca por el color blanco puro de sus finos cristales, sustentará la torre más alta de la Sagrada Familia. Antonio es de los pocos canteros que continúan trabajando con esta piedra artesanalmente.
"Quedamos cuatro, nunca mejor dicho. Los traen en unos bloques y luego yo, a base de cortes, lo hago trocitos pequeños hasta que llegamos al chapado, de 20x40, 25x50", nos cuenta Antonio. "Mi padre era cantero, mi tío, mis compañeros".
En el pasado, la cantería era considerada un arte. A día de hoy, se trata de uno de los oficios más antiguos del mundo y que podría estar en peligro de extinción. La importancia de los trabajos de cantería queda manifiesta al observar grandes monumentos históricos. Actualmente, "lo más normal es para el solado de los patios de las casas", añade Antonio.