Seguramente, cuando uno piensa en la madrileña localidad de Cadalso de los Vidrios, no se le pasa por la cabeza las patatas. Y muchos menos las patatas fritas. Pero lo cierto es que aquí se preparan unas patatas fritas que tiene una gran fama y que vienen a comprarlas desde toda España.
Estas populares patatas fritas las preparan dos hermanos en un bar de Cadalso, El Churrero, en honor a su padre, que fue, junto con su madre, quien puso en pie el negocio en 1960 a base de mucho trabajar.
La clave para que estas patatas están tan buenas se debe a que las preparan artesanalmente, hechas a mano y sin un tren de frito propio de la cadena industrial. Tras recibir una saca de más de mil kilos, las patatas pasan por una peladora y, de ahí, inician el proceso de freír.
Fríen 12 kilos de patatas con 300 litros de aceite de girasol a unos 200 grados de temperatura. Al echarlas al aceite se evapora el agua y la patata cortada se queda seca. El procedimiento tarda tan solo unos cinco minutos y, tan solo por el sonido, ya pueden saber si están en su punto.
Este proceso de cortar y freír patatas lo hacen dos días a la semana y delante de los clientes, para que todo el mundo pueda verlo. Al día puede preparar unos 400 kilos de patatas fritas, una cifra enorme, sobre todo si se tiene en cuenta que, para preparar un kilo de patatas fritas se necesitan cuatro de patatas crudas.