Las autoridades calculan más de 1.500 muertos y miles de heridos tras los dos terremotos, de entre 7,6 y 7,8 grados, en el sureste de Turquía y Siria. Telemadrid ha entrevistado a una joven española que está en Estambul y es testigo de cómo los barrios de organizan para enviar ayuda a las zonas afectadas, "sobre todo ropa para el frío y cosas que necesiten los niños", cuenta Eleonore Herranz.
"Creo que la última réplica del terremoto ha sido hace una hora", declara Eleonore a las 12.37 del lunes. "En redes sociales veo a mucha gente diciendo que no encuentran a sus padres o a sus familiares, es terrible entrar en redes porque la gente esta intentando ayudarse y no queremos colapsar las líneas".
"Hay gente que recibe noticias cada tres o cuatro horas porque internet no funciona bien y no hay electricidad. La madre de mi amiga lleva cuatro horas dentro de su coche porque no se atreve a salir y entrar en su edificio, ya que se ha derrumbado el de al lado y está traumatizada", relata.
Los equipos de búsqueda y rescate trabajan para localizar a los supervivientes y a las víctimas. España, entre otros muchos países, ya ha ofrecido su ayuda a Turquía para colaborar en las labores de rescate y reconstrucción. "Hay grupos organizándose desde Estambul para enviar ropa, sobre todo para los niños, y porque hace mucho frío estos días, pero estamos a diez horas de distancia y es terrible, desolador", concluye la testigo.
El sobresalto despertó a las 1.17 GMT a miles de personas a ambos lados de la frontera, con el sismo derribando edificios en un área amplísima de cientos de kilómetros que va desde el norte de Siria, desde ciudades como Alepo, hasta el sureste de Turquía, donde ha resultado afectada la mayor ciudad turca de la región, Diyarbakir. El sismo se sintió también con fuerza en el Líbano, incluida Beirut.